Adolescentes y jóvenes entre el bullying, narco y terrorismo || Alfredo Martínez de Aguilar

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* Si hay firme voluntad política para escudriñar las diversas líneas de investigación, es relativamente sencillo para la policía ministerial establecer el móvil y la identidad de los probables responsables.

 

* Con sensibilidad y en cumplimiento de su responsabilidad, la Defensoría de los Derechos Humanos demanda la intervención de las autoridades ministeriales para que los delitos no queden impunes.

 

En política y en la administración pública de los gobiernos no hay casualidades, sino causalidades. Tampoco hay casualidades en la delincuencia común y organizada, menos en la de “cuello blanco”.

 

Al igual que en política y los tres órdenes de gobierno, en la delincuencia hay una constante como denominador común: No hay perro sin dueño ni caballo sin jinete. Traen el fierro de un establo.

 

Ni siquiera los crímenes de estado, como la ejecución de candidatos presidenciales y a los diversos cargos de representación popular federal y local, son perfectos. Siempre alguien vio u oyó algo.

 

Si hay firme voluntad política para escudriñar las diversas líneas de investigación, es relativamente sencillo para la policía ministerial establecer el móvil y la identidad de los probables responsables.

 

De ahí que urge demandar al gabinete de seguridad federal y local frenar la escalada de violencia contra niños, adolescentes y jóvenes, quienes son víctimas del bullying, del narco y del terrorismo.

 

Por más alarmantemente tremendista, no amarillista, que parezca este crudo señalamiento, no lo es simple y sencillamente porque es producto del análisis de diversos hechos a la vista de todos.

 

Con sensibilidad y en cumplimiento de su responsabilidad, la Defensoría de los Derechos Humanos demanda la intervención de las autoridades ministeriales para que los delitos no queden impunes.

 

Aunque jamás debemos normalizar la creciente inseguridad y violencia, no sorprende ya la brutal violencia contra alumnas de la Escuela Normal Rural Vanguardia de Tamazulápam del Progreso.

 

La tortura en las Normales son prácticas guerrilleras de terrorismo de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM) y la Coordinadora Estudiantil Normalista del Estado de Oaxaca (CENEO).

 

Lamentable y dolorosamente hasta ahora las autoridades educativas federales y locales se han hecho cómplices de este régimen de terror en las Escuelas Normales Rurales del país y de Oaxaca.

 

La misma actitud omisa y negligente, asumen de manera criminal por complicidad las corporaciones policíacas, especialmente ministeriales y las Fiscalías, dejando impunes los delitos.

 

La madrugada del 18 de enero, alrededor de las 12:15 horas, un grupo de alumnas abordaron a G.V.B., de tercer año, a quien agredieron físicamente, causándole lesiones de gravedad.

 

Han sido identificadas como presuntas responsables de la agresión terrorista a G.V.B., originaria de Sola de Vega, 13 alumnas de cuarto año de la Escuela Normal Vanguardia de Tamazulápam.

 

Son Sayuri C.J., Alma R.G.M., Eréndida M.D.S., Itzel E.S.G., Luz del Carmen O.A., Andrea M.M., Neleydi G. S., Yerania S.A., Sunashi de Belén B.A., Sarahi M.G., Nancy M.L.R., Beatriz Z.C. y Lesli N.B.

 

En un hospital de Huajuapan por lesiones de gravedad por brutal golpiza murió A.F.C.J., de 15 años de edad, presuntamente víctima de bullying en la Telesecundaria de San Simón Zahuatlán.

 

Los cadáveres de dos jóvenes atados de pies y manos con el tiro de gracia fueron hallados en una fosa clandestina en inmediaciones del basurero municipal del municipio de Santa María Atzompa.

 

La Fiscalía General (FGJO) y la Comisión de Búsqueda de Desaparecidos deben profundizar sus investigaciones, dado el probable “modus operandi” de ejecución del crimen organizado.

 

alfredo_daguilar@hotmail.com

director@revista-mujeres.com

@efektoaguila