México debe romper con su pasado y mirar al futuro, atado a sus mitos no toma un rumbo claro, joven en su democracia, duda en dar los pasos necesarios, los problemas están a la vista y el futuro más cerca de lo que parece. 2017 ha finalizado, inicia el 2018, año crucial en el que se definirá al próximo Presidente de México, la conformación de la Cámara de Diputados y Senadores. Estamos pues frente a un proceso inédito donde las redes sociales, las tecnologías de la información y los jóvenes serán el fiel de la balanza que definirá el futuro de la Nación.
La vida pública de nuestro país es presa de las decisiones de algunos de sus ex presidentes corruptos que nos heredaron una política de estatismo y corporativismo, las consecuencias hoy las sufrimos los mexicanos: sindicatos monopólicos, legalidad negociada y burocratismo. Políticas que repiten viejas fórmulas porque defienden viejos intereses. Los abusos del poder, las crisis económicas, las instituciones débiles nos han marginado del primer mundo.
Ni la hegemonía de un partido ni la fragmentación partidaria ni la alternancia del 2000 han podido sortear con éxito los grandes retos de México. Paradójicamente somos un país que le sobra pasado y le falta futuro. Es necesaria una nueva épica nacional que ampare el surgimiento de sólidas y mayoritarias clases medias: educación, empleo y salud las promesas pendientes.
El próximo Presidente de México no solo debe gobernar para las élites sociales sino para la sociedad civil en general, construir la sociedad de clase media dotaría de vitalidad a la sociedad mexicana. Desde mi punto de vista estos son los propósitos que anhelo y deseo que el próximo Presidente de México los asuma como política de gobierno, es mi punto de vista.
1.- ¿Qué hacer con nuestra economía? He leído a expertos que comparten experiencias: sólo se vuelven prósperos los países que alinean sus instituciones a sus decisiones. Para crecer hay que invertir y ahorrar mucho. Crear pues condiciones atractivas para la inversión y estímulos claros para el ahorro. Crear una efectiva economía de mercado en sustitución de la economía intervenida por monopolios, oligopolios y poderes fácticos que nos caracteriza.
2.- Aumentar el salario mínimo. El problema no es que los mexicanos trabajemos o ahorremos menos que los demás países de América Latina y el mundo, el problema es que el esfuerzo de nuestro trabajo y ahorro rinde menos. Si no aumentamos el salario mínimo no abonaremos a la productividad del trabajo, mayores salarios reales también refleja mayor productividad laboral.
- Restablecer la transparencia y la democracia en los sindicatos. Las redes sindicales son bastiones de atraso político por su falta de democracia interna y por su relación clientelar con las autoridades. Su capacidad de encabezar cambios reales en México es nula pero su capacidad de impedirlos es enorme. Hay un sindicato grande resistiendo cada una de las reformas grandes que requiere nuestro país.
4.- Política exterior y nuestro lugar en el mundo. Sin el exterior no crecemos ni podremos remontar nuestras crisis. Recordemos el rescate de 1995 o los 77mil mdd que la comunidad internacional colocó a nuestro alcance en 2009. En el mundo globalizado de hoy- ya lo dijo atinadamente Jorge Castañeda Gutman- solo 2 países tiene el privilegio de seleccionar a la región a la que desean pertenecer: México y Turquía, bisagras geográficas y culturales entre dos mundos. Con el fin ya anunciado del TLCAN es la hora de que México sea más América Latina que América del Norte. Construir una unión económica con Latinoamérica.
5.- Educación Pública. Los niños y jóvenes de México deben aprender en la escuela lo que necesitan para resolver su vida. El auge de las escuelas privadas y el desencanto por la educación pública es el resultado de que el Estado olvidó hacer de la educación pública sinónimo de calidad. Gobierno y magisterio pusieron la educación básica fuera de toda forma de auscultación pública o evaluación ciudadana. El peor crimen cometido a nuestra niñez y juventud: politizar, burocratizar, sindicalizar la educación pública de México. La educación superior padece algo semejante, el mito de la autonomía de las universidades públicas las volvió tan celosas de la intromisión externa, el resultado crisis y despilfarros como las que hoy sufre la UABJO en Oaxaca con un déficit de 1,500 millones de pesos. Inédito. La educación pública de México debe ser una incubadora de lo que el país y la sociedad necesitan, no de lo que los educadores y burócratas saben enseñar. Maestros, antenas y computadoras para todos sin olvidar la lengua de la aldea global: inglés. Evaluaciones públicas al desempeño de maestros y obligación total del Estado para con las escuelas: mejor equipadas, dignas estructuralmente.
6.- Seguridad. Que la inseguridad pública no ponga en riesgo la estabilidad política del Estado, es la inseguridad la que altera la vida cotidiana de los ciudadanos. El narcotráfico, homicidio, robo, secuestro, la violencia familiar y social deben reducirse notablemente. Se hace necesario la creación de un clúster institucional en el país, es decir, dependencias gubernamentales con el mismo objeto y responsabilidades pero con un trabajo común y transversal entre Federación, Estados y Municipios. Crear una Policía Nacional Única que coadyuve con policías locales y municipales, unificar códigos penales de los Estados. Abundan historias de éxito: Canadá, Colombia, Chile.
7.- Construir el canal del Istmo de Tehuantepec. Añejo es el proyecto del gran canal de Istmo de Tehuantepec y líneas modernas de ferrocarril para unir al Océano Pacífico y al Atlántico. Detonante no solo para el Sureste de México sino para el país entero. El canal acortaría distancias, agilizaría el comercio internacional y generaría una gran área de oportunidad para las familias del sureste mexicano con la reactivación de la economía local. El Istmo de Tehuantepec constituye el corazón del complejo económico territorial petrolero nacional y corredor privilegiado de los parques eólicos más grandes de Latinoamérica.
- Democracia partidaria. Urge que los partidos políticos mexicanos se abran a la ciudadanía y recuperen su confianza. Si bien el próximo Presidente no debe gobernar solo para los suyos sí puede mostrar que los partidos son vitales para la democracia.
- Transparencia en el manejo del gasto público. A nuestro país le urge que los recursos empleados por el gobierno federal y los demás órdenes de gobierno se manejen con absoluta transparencia. No debe haber margen para la corrupción.
- Impulso a la cultura. Solo la cultura engendra progreso, decía José Vasconcelos. Hoy más que nunca la cultura debe servirnos como fuente de aprendizajes y valores que den rumbo y estabilidad al país. Sobre todo, que nos permitan reinventar nuestra historia. Invertir más en cultura engendrará mejores mexicanos.
- Políticas para los jóvenes. Solo con los jóvenes es posible echar adelante un país. Estamos a tiempo de no desperdiciar el potencial y ventaja demográfica que representan quienes tienen en sus manos la elección del 2018. Hay que cumplirles en vez de seguirles vendiendo esloganes. Que todos los egresados de escuelas públicas y privadas que tengan promedio de 9.5 en nivel licenciatura tengan garantizado un espacio laboral en el Gobierno Federal. Meritocracia.
- Salud. Finalmente, todos los nuevos proyectos tienen que considerar la integridad de las personas y su derecho a recibir un trato digno en atención médica. Se deben prevenir enfermedades costosas que hoy cuestan mucho a los mexicanos y nos identifican en penosos primeros lugares. Por ejemplo la terrible diabetes que le roba bienestar a millones de familias. Hospitales y centros de salud limpios, amplios, dignos.
Sin duda faltan más propósitos pero sirva esta lista de prioridades para pensar un mejor 2018. No depende todo de los gobiernos y por eso hoy más que nunca debemos involucrar a la ciudadanía. Caminar unidos como mexicanos y especialmente como oaxaqueños, deseosos de ver crecer en paz y con prosperidad a nuestras hijas e hijos. Que el próximo año nos llene de la energía para resolver y superar estos grandes pendientes nacionales.
*Coordinador de Giras y Protocolo del Titular del Poder Ejecutivo de Oaxaca