Londres: Termómetro de la convulsión global: Raúl Castellanos

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Horas después del atentado ocurrido el pasado miércoles en una de las zonas más emblemáticas de Londres, Sadiq Khan, el Alcalde de origen musulmán de Londres declaró: “Quiero tranquilizar a todos los londinenses y a todos nuestros visitantes, que no se alarmen, nuestra ciudad es una de las más seguras del mundo. Londres es una gran ciudad y permanecemos unidos ante aquellos que buscan hacernos daño y destruir nuestra forma de vida. Los londinenses no serán intimidados”.

El ataque se produjo después de que la Primera Ministra británica, Theresa May, participase en el debate semanal de la Cámara de los Comunes y aún se encontraba en el recinto; fue sacada por los servicios secretos del Parlamento y conducida a la residencia oficial donde presidió un Comité de Emergencia.
Ya repuesta de la sorpresa –y posiblemente del susto- May, expresó ayer “nos reunimos aquí en el más antiguo de todos los Parlamentos porque sabemos que la democracia y los valores que conlleva prevalecerán siempre. Un terrorista vino al lugar donde gente de todas las nacionalidades y culturas entienden lo que es ser libres y descargó su rabia de forma indiscriminada, contra hombres, mujeres y niños inocentes”.

Los partes informativos dan cuentan que entre las víctimas del miércoles hay 40 personas heridas, 27 seguían hospitalizadas hasta ayer, siete en estado crítico. De los heridos, doce son británicos, tres niños franceses, dos rumanos, cuatro surcoreanos, un alemán, un polaco, un chino, un estadounidense y dos griegos; además de los cuatro muertos, incluyendo el atacante.

Sobre la identidad del agresor, May confirmó que Khalid Masood, de 52 años, nació en Reino Unido y hace algunos años fue investigado por el M15 que lo relacionaba con grupos extremistas; “era un personaje periférico, no era parte del escenario actual de inteligencia. No había información que hiciera suponer sus propósitos y planes”.

La Reina Isabel, muy en su estilo flemático, emitió un comunicado “mis pensamientos, oraciones y simpatía más profunda están con todos los afectados por la horrible violencia de ayer”; ISIS por su parte vía un comunicado de su agencia Amaq, reivindicó el atentado “el autor de los ataques es un soldado de Estado Islámico y perpetró la operación en respuesta a los llamados para atentar contra ciudadanos de la coalición”.

Ya en la polémica mundial, el estólido hijo de Donald Trump, muy en la línea mental de la casa, publicó un tuit tergiversando una frase de Sadiq Khan, atribuyéndole haber dicho “los atentados terroristas son parte de la vida de una gran ciudad”; cuando la versión real se refería a un llamado a los londinenses a “permanecer atentos”. Khan se limitó a decir “no voy a responder un tuit de Donald Trump Jr. he estado haciendo cosas mucho más importantes las últimas 24 horas”.

Como suele suceder en estos hechos, los terroristas además de entrenados para matar, e incluso para morir, actúan con toda la alevosía y ventaja que les permite en anonimato; la cronología de lo ocurrido así lo ratificó, según reconstrucción realizada por la BBC de Londres.
2:40pm-. Un vehículo 4×4 marca Hyundai, modelo i40 acelera en el puente de Westminster, frente al Parlamento británico, sube a la acera y arrolla a los peatones, deja más de dos decenas de personas yaciendo sobre el pavimento; el coche gira sobre el carril de bicicletas y se estrella contra la valla que rodea el complejo del parlamento

2:44pm-. La policía metropolitana y el servicio de ambulancias de Londres reciben las primeras llamadas de emergencia; inmediatamente después un hombre sale del coche y corre hacia las puertas del New Palace Yard, uno de los edificios del complejo, donde ataca a dos agentes con chalecos amarillos que cuidan la entrada; apuñala en repetidas ocasiones a uno de los policías, identificado como Keith Palmer, quien cae al suelo; el atacante huye, pero lo alcanzan los disparos de agentes vestidos de civil.

2:45pm-. Frente al New Palace, el parlamentario conservador Tobias Ellwood trata de salvarle la vida al policía apuñalado, practicándole el boca a boca y aplicándole presión sobre las heridas.

2:46pm-. El primer personal médico llega a la escena, un helicóptero ambulancia aterriza frente al parlamento; la Primera Ministra Theresa May es sacada del parlamento y llevada a su residencia oficial, en el número 10 de Downing Street.

2:56pm-. el Parlamento aplaza la votación que iba a celebrar y levanta la sesión; se clausura el Parlamento y los parlamentarios y empleados permanecen en la Cámara de los Comunes; la policía revisa sobre otros posibles intrusos.

3:17pm-. Cubren el cuerpo del policía muerto con una sábana.

3:35pm-. El cordón policial rodea más allá de la Plaza de Wesmister; protege el Hospital St Thomas’s al que trasladan a la mayoría de las víctimas.

4:30pm-. Rescatan del río Támesis a una mujer que se había caído del puente de Wesminster.

4:45pm-. El comisionado de la Policía Metropolitana G. J. Harrington confirma que hay varias víctimas.

6:00pm-.Se informa oficialmente la muerte de cuatro personas, incluido el policía y el atacante.

Lo ocurrido en Londres es uno más de los hechos de odio a los que la sociedad occidental está expuesta. La existencia misma del Estado Islámico representa el fracaso de los liderazgos globales de las últimas décadas para contener de forma firme pero inteligente a los gobiernos y grupos extremistas de medio oriente. La polarización dogmática y religiosa de unos contra las ambiciones políticas y económicas de otros, ha dado como resultado el desamparo de la población civil, ya sea en Aleppo, Londres, Kabul, París o Teherán.

Desafortunadamente, la barbarie ha generado que grupos políticos a lo largo de occidente tengan cada vez mayor éxito convenciendo a la población de sus países de optar por visiones poco tolerantes a la pluralidad racial, ideológica e incluso a la preferencia sexual o de género.

Sin saber cuál será el desenlace de la convulsión mundial, no queda más que reflexionar sobre ello, así como afrontar nuestros problemas nacionales con firmeza, serenidad y convicción.

¡es viernes! ¡hoy toca! Diría Germán Dehesa.

¿Alguien puede asegurar que esto ya está decidido?

RAÚL CASTELLANOS HERNÁNDEZ / @rcastellanosh