La radio y la milpa: Carlos G. Plascencia

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25-milpaCambio de modelo de comunicación

 Las radios comunitarias e indígenas están cambiando el modelo de comunicación existente en el país. Ven en el radioescucha a un interlocutor que merece respeto y no a un consumidor manipulable. Abren sus micrófonos a las distintas voces que hay en los pueblos y regiones. La gente se puede expresar libremente en cualquiera de los idiomas de México: purépecha, náhuatl, tarahumara, maya o español… En el caso de Oaxaca, a través del espacio radioeléctrico, viajan las ideas en mixteco, zapoteco, mixe, chinanteco y más. Las radios comunitarias fortalecen la identidad y también divierten al público.

 Las radios comunitarias e indígenas representan la posibilidad de romper el yugo de la información manipulada y la estupidización de las audiencias. Los medios llamados comerciales pretenden que las personas se mantengan mal informadas, desmovilizadas, acríticas y sometidas a una educación sentimental basada en la historia de la Cenicienta. Esto, en sí mismo, es una falta de respeto y un atentado a la inteligencia de los pueblos.

 Las radios comunitarias e indígenas en Oaxaca, promueven la “reflexión en voz alta” sobre la pobreza en la que se vive, los problemas de la producción agropecuaria, la necesaria defensa de los territorios, el empeño en erradicar la violencia hacia las mujeres, la salvaguardia de los maíces nativos, los espacios para las niñas y los niños, las alternativas para el cuidado del medio ambiente, las tradiciones culturales, la salud comunitaria, la educación para los pueblos originarios y la música indígena, entre muchos otros temas.

El buen vivir

Cuando una radio comunitaria trabaja por el “buen vivir” promueve las relaciones armoniosas entre los miembros de una comunidad; impulsa la unión de fuerzas para el bien común; recupera los conocimientos ancestrales; impulsa una relación de respeto con la naturaleza para crecer con ella y no contra ella; ofrece una visión amplia en donde los seres humanos, el agua, las montañas, los desiertos, las plantas, los animales y la Madre Tierra, están maravillosa e íntimamente conectados.

 El “buen vivir” no es el bienestar de unos cuantos, sino el de toda la comunidad. En el buen vivir hay fiesta, trabajo y reciprocidad. El “buen vivir” se aleja de la preocupación por consumir y acumular. El “buen vivir” no es un sueño inalcanzable sino una propuesta inteligente de los pueblos indígenas para habitar el planeta.

 La radio comunitaria al incorporar información local, es más significativa para los pueblos y colonias. La radio comunitaria, al darle un lugar privilegiado a los radioescuchas fortalece el diálogo. La radio comunitaria al analizar los problemas de la región, fomenta la participación ciudadana. La radio comunitaria es una excelente herramienta para el “buen vivir”

 

La UNESCO

 La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, afirmó en la voz de uno de sus directores, que la radio comunitaria resulta indispensable para promover el diálogo social y la cultura de paz. La UNESCO estimula la radiodifusión comunitaria por su carácter participativo y sus potencialidades para impulsar el desarrollo propio. El desarrollo en los términos que cada comunidad y pueblo lo conciba.

La radio comercial y el gobierno.

La industria mexicana de la radio y la televisión se opone a la existencia de las radios comunitarias sin razón válida alguna. La radio comercial quiere la mayor parte posible del espectro radioeléctrico para hacer negocio y sin importarle el bienestar de la población.

El gobierno mexicano limita totalmente, con las “leyes en la mano”, la existencia y subsistencia de la radio que nació del pueblo, habla del pueblo y sirve al pueblo.

El gobierno mexicano busca que las radios comunitarias e indígenas se mantengan caracterizadas por las “3Pes”: Pocas, pequeñas y pobres.

¿Por qué?

 Recientemente, en Oaxaca, se han estado decomisando los equipos de algunas radiodifusoras comunitarias. En el caso de “Radio Guluchi”, en Santo Domingo Zanatepec, los radioescucha se prepararon para la defensa de su medio de comunicación.

Cuando una radio es protegida por la comunidad a la que sirve, podemos decir, sin duda alguna, que se trata de una radio comunitaria.

La radio y la milpa

La radio comunitaria e indígena es como la milpa. Sus frutos están presentes en la vida cotidiana. El maíz, la calabaza, el frijol, el chile y los quelites nutren a los miembros de la comunidad tal y como lo hace la radio con sus programas, información, propuestas, reflexiones  y música que transmite.

 Las radios comunitarias e indígenas merecen nuestro reconocimiento y respaldo porque en ellas se encuentra la semilla que nos asegura que en nuestro país otra comunicación es posible.

Vía: Viral Noticias