La historia detrás del reordenamiento vial: Javier Hernández

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reordenamientoEl pasado 6 de abril, el ayuntamiento de Huajuapan puso en marcha un plan de reordenamiento con el objetivo de resolver el problema de la vialidad en la zona urbana, uno de los muchos que enfrenta esa ciudad mixteca.

A casi dos semanas de su implementación el mencionado plan ha provocado el enojo de un gran número de ciudadanos que ha expresado a través de los medios de comunicación y de las redes sociales, su inconformidad por la manera apresurada, desordenada y torpe con que se aplicó. Y es que en menos de 15 días, la vialidad en Huajuapan se ha vuelto más caótica de lo que era antes.

Pocos, muy pocos de los habitantes de Huajuapan se han expresado contra el proyecto supuestamente elaborado por la Unidad Profesional Interdisciplinaria de Ingeniería y Ciencias Sociales y Administrativas (UPIICSA) dependiente del Instituto Politécnico Nacional; en cambio, han sido muchos los que coinciden en que su implementación por parte de las autoridades municipales se dio en el peor momento y de la peor manera posible.

Los orígenes del Plan de Reordenamiento Vial se remontan al mes de diciembre de 2011. Faltaban pocos días para el primer informe del presidente municipal Francisco Círigo, cuando el ahora regidor de Vialidad y Movilidades del ayuntamiento, Fidel Ángel López González, organizó a un grupo de vecinos para bloquear las calles del centro y exigir la salida de todas las bases de taxis. Sin embargo, la protesta terminó cuando López González, negoció con algunos regidores y logró que el cabildo removiera a Willsanive Sandoval Velasco de la regiduría de Vialidad y Transporte y lo reubicara en la de Grupos Vulnerables.

En los meses siguientes el grupo encabezado por López González, presionó al ayuntamiento para que ordenara la elaboración de un proyecto de reordenamiento vial. Después de analizar varias opciones, las autoridades municipales firmaron con la UPIICSA un contrato por 2.6 millones de pesos, de los cuales pagaron 1.3 por la primera etapa.

Al inicio de la administración de Luis de Guadalupe Martínez, López González, impulsó la continuación del proyecto desde su posición de regidor del ramo. Sin embargo, la segunda y la tercera etapas ya no fueron encargadas a la UPIICSA, sino a la empresa Consultores en Vialidad y Transporte S.C. La explicación que tanto el regidor como el presidente municipal dieron al respecto fue que la mencionada empresa cobró 582 mil pesos menos que la institución politécnica; pero López González fue más allá: reconoció que la empresa es propiedad de los mismos ingenieros de la UPIICSA que elaboraron el proyecto. De esta manera, el ayuntamiento de Huajuapan no sólo se prestó a una acción poco ética, sino que perdió algo muy importante: el aval del Politécnico. Sin embargo, en declaraciones a los medios locales, diversos concejales siguen diciendo que el estudio lo elaboró la unidad interdisciplinaria del IPN.

Por si fuera poco, al contratar a la mencionada empresa, el ayuntamiento incurrió en una irregularidad más: en la sesión ordinaria del 18 de marzo de 2014, el pleno del cabildo aprobó el dictamen relativo a autorizar el pago de la segunda y tercera de (sic) etapa de este reordenamiento vial en Huajuapan con la empresa UPIICSA (sic)”. Así se lee en el acta de la citada sesión. Se puede consultar en el portal oficial del ayuntamiento.

Pero más allá de su génesis, el Plan de Reordenamiento Vial puesto en marcha por el ayuntamiento que encabeza el presidente-notario, ha unificado a los huajuapeños en su contra, por la cantidad de contradicciones, errores y tropiezos que ha presentado en sólo unos días. A tal grado llega la situación que Miguel Herrera Espinosa, en su momento integrante del grupo de Fidel López González, y uno de los principales impulsores del proyecto, realizó declaraciones a la radio local en el sentido de que el ayuntamiento sólo está aplicando una mínima parte del plan, pues se ha limitado a cambiar el sentido de algunas calles del centro.

Y es precisamente esa mínima parte, donde mayores inconformidades ha causado, pues hasta hoy ningún ciudadano ni siquiera el regidor de Vialidad y Movilidades, ha encontrado la justificación para que se hayan dejado tres calles contiguas en dirección norte-sur (Trujano/Antonio de León, Cuauhtémoc/Hidalgo y Guerrero/Matamoros) y otras tres en dirección sur-norte (Nuyoó, Juárez y Constitución).

Pero en efecto, la mayor parte de las acciones contenidas en el plan de reordenamiento y anunciadas por las autoridades municipales no se han aplicado: las bases de taxis continúan en el primer cuadro de la ciudad, y las pocas que fueron reubicadas se localizan a sólo unos metros de donde estaban antes. Los vehículos del servicio público siguen circulando dentro del polígono en el que no deberían de circular, y realizan, además, el ascenso y descenso de pasajeros en cualquier lugar.

En la Carretera Internacional no se han habilitado los cuatro carriles, porque los vehículos siguen ocupando ésta y otras seis vialidades en las que el estacionamiento estaría prohibido. Los “auxiliares viales” complican más la vialidad porque los habilitaron sin ninguna capacitación. El señalamiento vertical y horizontal se está improvisando, reciclan láminas que en otro tiempo fueron retiradas de las calles. Por si fuera poco, “alguien” tuvo la ocurrencia de construir dos topes en una de las esquinas más complicadas del centro, la de Madero y López Alavés, y de ponerles azulejos amarillos, lo que ha provocado lesiones a varias personas que han sufrido caídas. Y aunque desde el presidente hasta su director de Protección Civil han reconocido el error, los topes con azulejos siguen allí.

Por otra parte no se han sincronizado los semáforos ni se ha realizado la semaforización vehicular y peatonal que marca el proyecto; sólo en un crucero de la Carretera Internacional los viejos semáforos fueron sustituidos “a manera de prueba” por el modelo de los que fueron retirados de algunos puntos de la ciudad de Oaxaca por no cumplir con la norma oficial.

Otras acciones contenidas en el plan de reordenamiento de plano ni se mencionaron para no aumentar el descontento ciudadano, como destinar exclusivamente para el transporte público (esto es, prohibir la circulación de vehículos particulares) el circuito formado por las calles Cuauhtémoc/Hidalgo, Jiménez/Vázquez, Gante/Constitución y Venustiano Carranza/2 de abril; cambiar el sentido de la circulación en las calles Heroico Colegio Militar y Aquiles Serdán; y convertir en peatonales las calles Madero, José López Alavés y Porfirio Díaz, alrededor del Parque Independencia.

El tema de las terminales de autobuses merece mención aparte, pues casi de un día para otro el ayuntamiento prohibió el acceso de las unidades de la línea Oro a su terminal, y el presidente municipal anunció que en el lapso de 15 días todas las empresas de transporte deberán ocupar la Central Camionera, olvidando tal vez que su hermano Procopio, fracasó de manera rotunda cuando intentó echar a andar el edificio que desde su terminación en el año 2001 ha sido un elefante blanco.

Sin duda alguna el tema dará mucho de qué hablar, sobre todo porque el presidente-notario un día declara una cosa y al otro declara lo contrario. Apenas el 8 de abril declaró que si el proyecto no funcionaba en un mes se daría marcha atrás; sin embargo, una semana después advirtió que el reordenamiento vial “no va a ir para atrás, ya vamos en medio del río y tenemos que salir a otro lado con mucho éxito”.

Todo parece indicar que el tan llevado y traído “reordenamiento vial” está condenado al fracaso. Lo importante será saber si a pesar de todo el presidente-notario tendrá la voluntad de rectificar o si, como ha ocurrido otras veces, persistirá en el error. Sea una u otra cosa, todo parece indicar que quien tendrá que pagar la otra factura será su partido, (la primera, de más de dos millones de pesos, ya la pagaron los ciudadanos). Seguramente muchos electores le cobrarán en las urnas ésta y muchas otras facturas pendientes.

Vía Viral Noticias