El Istmo Oaxaqueño ¡siempre en resistencia!: Rubén Mújica Vélez

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El Istmo, sus mejores hijos, resisten el embate del capitalismo salvaje. Hoy, ayer, siempre, en defensa de su tierra, de su cultura, de su vida. Siempre minusvaluados por los gobiernos estatales; por gobernantes que prometieron mucho, entre otros compromisos defenderlos de sus enemigos y no cumplieron, Los que juraron “sacarlos de la pobreza”, los que dijeron que al Istmo y a sus hijos “les esperaba el Desarrollo”. Ese “Don Desarollo” que nadie de los istmeños ve, ni sabe como camina, ni como come. Saben los istmeños que en nombre de “Don Desarrollo” los están despojando, los agreden, los humillan y quieren desaparecerlos. Por que muchos de los políticos, incluyendo muchos de los que sus pelos tiesos demuestran su orígen indígena, piensan y actúan a favor de la ley del capitalismo salvaje. Para ellos: ¡el mejor indio es el indio muerto! Pero los istmeños resisten. Han resistido y han contemplado pasar los cadáveres de quienes pretendieron desaparecerlos. Así ha sido desde muchos años y aún en años recientes.

 

En los tiempos del desgobierno de Diódoro “El Resucitado” Carrasco, solo que ahora como “Cristero”, pretendieron apoderarse de las tierras comunales de los ciudadanos de Unión Hidalgo, “Rancho Gubiña”. La empresa Desarrollo Acuícola Oaxaca Pacífico SPR de RI (antes llamada Camarón Real del Pacífico SSS) contó con el apoyo del gobierno estatal. Adquirió ilegalmente 125 hectáreas de cuatro comuneros. Generosa, muy generosamente, los voraces empresarios pagaron 4,000 pesotes por las tierras. No cabe duda que la voracidad tiene como hermana ¡la tacañería! El objetivo era construir una granja camaronícola, para lo que necesitaban deforestar 450 hectáreas de mangle. Iniciaron rápidamente su depredación. Solo que toparon con la organización de los comuneros zapotecas. Recios, tozudos en defensa de su vida. No cedieron.

La resistencia popular topó a su vez con el gobierno: los líderes fueron acusados de violencia y encarcelados. Carlos Manzo un valioso zapoteca sufrió la injusticia en carne propia. Su culpa: organizar la protesta social. Organizó un Foro regional “Xpia ne xquendanabani Nisa Do Xtinu (Vida y Cultura de nuestro ecosistema lagunario”). Las participaciones fueron muchas y me tocó precisar un aspecto: además de la irracionalidad de hacer a un lado a los comuneros zapotecas en un proyecto, la inutilidad de ese proyecto de granja camaronícola. La razón: la zona lagunaria de la región es la mejor granja camaronícola NATURAL. No requiere inversión cuantiosa alguna. Así como está beneficia a los lugareños. Sólo se necesita regular su aprovechamiento.

Ese Foro se realizó bajo la amenaza de autoridades estatales y municipales. Pero los istmeños triunfaron. Pagaron una alta cuota de dolor humano con la cárcel de sus líderes, con el agobio a las familias y la cerrazón a cualquier apoyo oficial. Les negaron los recursos que se llaman PÚBLICOS por que los produce el pueblo y deben volver al pueblo. Los burócratas, del Presidente para abajo, los ejercen como si fueran recursos personales, suyos. Calderón e más de un caso ha dicho a grupos sociales: ¡Si no te construye el camino el Gobernador, te lo construyo yo! Esa es una actitud soberbia, desmesurada, autocrática.

Ahora asediados por las empresas transnacionales que están desplazando la producción de energía eléctrica de las plantas públicas, ahora los istmeños están en pie de lucha. Por su tierra, por su historia, por lo que es suyo. Hay que acompañarlos en la retención de sus derechos ancestrales. Hay que sumarse a su lucha justa, digna, limpia. Aún en contra de extranjerizantes “neo-cangrejos” antijuaristas, como Felipe Calderón.