A fin de enfrentar y superar la incertidumbre derivada de un presidente estadounidense adverso a México, una reforma energética fallida e indicadores económicos muy distintos a los previstos por el gobierno federal, el diputado Sergio López Sánchez propuso fortalecer la industrialización estableciendo, en principio, un mínimo de 30 por ciento de insumos nacionales en los bienes y servicios que se produzcan en las zonas económicas especiales.
A través de una iniciativa de reforma a la Ley Federal de Zonas Económicas Especiales, propuso agregar en la fracción “f” de su artículo 12 que el Programa de Desarrollo que elaborará la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) para cada una de estas cuatro regiones incluya la incorporación de 30 por ciento de insumos nacionales a los procesos productivos, además de la promoción y el encadenamiento productivo de pequeñas y medianas empresas.
También añade dos párrafos en los cuales precisa que el Programa deberá ser consistente con la sustentabilidad tanto de cada zona como de su área de influencia y que los proyectos que correspondan a la federación –en particular, los de inversión- tendrán preferencia para su inclusión en el Presupuesto de cada año, más aún si son multianuales.
En su argumentación, el parlamentario afirmó que ante el ambiente de incertidumbre nacional e internacional, desde el Legislativo se deben generar nuevas oportunidades de desarrollo para el país, en lugar de inhibirlo como lo hace el gobierno federal al recortar el gasto público e imponer supuestas medidas de austeridad presupuestal, pues éstas afectan negativamente el crecimiento económico, el empleo y el ingreso.
Al contrario –agregó-, es urgente incrementar el contenido de insumos nacionales tanto para el mercado interno como para las exportaciones, tal como lo pretende Estados Unidos para sí en la renegociación del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica al buscar un aumento de 60 a 75 por ciento de insumos producidos en su territorio para bienes que se comercializan en esta parte del continente.
Insistió en la urgencia de estas medidas al señalar que las pretensiones del presidente estadounidense, Donald Trump, en cuanto a la construcción o ampliación de un muro fronterizo con México y los términos de renegociación que plantea inhibirían el intercambio comercial, el crecimiento y el desarrollo de la economía mexicana.
Lo anterior, sumado al “gasolinazo” derivado de la reforma energética, la devaluación del preso, la creciente inflación, el mayor endeudamiento público y la debilidad fiscal por la caída de ingresos por exportación de petróleo, hacen aún más urgentes estas acciones.
La reforma que se propone –dijo- busca reforzar algunos de los objetivos de la Ley Federal de Zonas Económicas Especiales con el fin de asegurar que sus beneficios realmente lleguen a la gente que vive y trabajará en cada una de ellas, a saber, “Puerto Lázaro Cárdenas” en Michoacán y Guerrero; “Corredor Interoceánico de Tehuantepec” entre Coatzacoalcos, Veracruz, y Salina Cruz, Oaxaca; “Puerto Chiapas” y el “Corredor Campeche-Tabasco”.
Recordó que esta Ley también tiene entre sus propósitos democratizar la productividad a nivel regional para que los habitantes tengan las mismas posibilidades de desarrollo y bienestar que los resto del país, y la reforma que propone abona precisamente a ello.