Como si se tratase de la valiente e histórica carta de Émile Zola publicada en el periódico L’Aurore en 1898, sirva la presente reflexión para acentuar el contexto en el que se desenvuelve el sistema político oaxaqueño.
Oaxaca, amables lectores, lamentablemente se caracteriza por ocupar los lugares poco favorables en los indicadores de desarrollo humano, pobreza, empleo, salud, infraestructura carretera, seguridad, y por si fuera poco, el sistema de procuración e impartición de justicia permanece anquilosado por la traba burocrática que permite impunidad y corrupción.
Sin embargo, aunque el señor Ulises Ruiz lo dude y, para ello disponga de los Poderes “supuestamente” divididos y soberanos, Oaxaca, a partir del 4 de julio de 2010, emprendió un camino sin retroceso a la armonía, progreso y por supuesto, a la impartición de justicia.
Ulises Ruiz, se reúsa a aceptar la impecable derrota que la sociedad civil le propinó en forma ordenada, pacífica y consiente, sociedad que él siempre despreció, por lo tanto, al perder el partido revolucionario institucional, Ulises, perdió el último resquicio de cordura que le quedaba. Él es, junto con sus secuaces en el congreso del estado y en tribunal estatal electoral, el principal artífice de las mañas y rapacerías que están a punto de cometer.
Y es que Ulises Ruiz ha dado su venia para que los “demócratas legisladores priistas” lo lleven a Juicio Político, aunque usted no lo crea amigo lector; sin embargo, esta particular actitud obedece a un trasfondo oscuro y siniestro, ya que en la próxima legislatura, el priismo no será mayoría, él lo sabe, por eso, dispone en este preciso momento del recurso más certero que le ha dado buen resultado en los últimos tres años, los diputados incondicionales, sus leales espartanos que defienden al rey sin saber por qué.
Y no es que esté en contra de lo anterior, ¡claro! que estoy a favor de que Ulises Ruiz sea juzgado por sus actos que durante su sexenio lastimaron a Oaxaca, pero no así amable lector, no con esas sucias mañas que solo demuestran resentimiento y soberbia. El PRI en la Cámara de Diputados le hará un juicio a modo, solo será una cortina de humo donde obviamente no tendrá castigo y será perdonado de todos los agravios que pesan en su contra.
El Juicio Político, amigos lectores, es una acusación constitucional cuya finalidad es hacer efectivo el principio de responsabilidad en contra de funcionarios públicos que incurran en actos y omisiones que redunden en perjuicio a los intereses públicos fundamentales, mismo que implica el ejercicio de una función jurisdiccional llevada a cabo por un órgano político ya sea por indebido uso de facultades y atribuciones ó por la violación a los siguientes principios: a)Ataque a las instituciones democráticas; b) Ataque a la forma de gobierno republicano, representativo federal; c) Violaciones graves y sistemáticas a las garantías individuales o sociales; d) Ataque a la libertad de sufragio; e) Usurpación de atribuciones; f) Infracción grave a la Constitución; g) Omisión grave en la aplicación de la Constitución. Principios que indudablemente Ulises Ruiz, desde el principio de su sexenio ha venido sistemáticamente violentando.
Resulta increíble, y por demás absurdo que un integrante de la LX Legislatura allegado a la cúpula priista haya presentado la solicitud de Juicio Político, cuando a más de un año, los diputados del PAN, PRD y Convergencia realizaron hasta en tres ocasiones la solicitud del mismo, sin mayor respuesta que la burla y el despreció de los legisladores priistas.
Sin embargo, ahora que el diputado Cristóbal Carmona interpone la denuncia y ofrece como prueba el Dictamen aprobado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, derivado de la facultad de investigación I/2007, en el que quedó demostrado que en el conflicto social del año 2006, los ciudadanos oaxaqueños vivieron al borde de la ingobernabilidad y que en innumerables ocasiones fueron violados sus garantías individuales, así como durante el tiempo que duró el conflicto, existió un excesivo uso de la fuerza pública, detenciones arbitrarias, instigaciones y violencia generalizada que aunado a la ineficiencia de las instituciones públicas para atender las demandas sociales alargó la problemática estatal, en el cual pesan sobre el gobierno que encabeza Ruiz Ortiz la muerte de por lo menos 26 personas perpetradas por grupos clandestinos que agravaron el descontento social. Dictamen en el que vale la pena recordar que Ulises Ruiz fue señalado como único responsable de la violación grave a los derechos humanos de los oaxaqueños.
Con estos antecedentes, hago un llamado anticipado a la Comisión Instructora del Congreso para no dejar pasar ningún elemento de prueba que lleve al castigo a Ulises Ruiz, y no menospreciar el sufrimiento de miles de oaxaqueños agraviados. En ese sentido, señores diputados priistas: ¿le negaran a Oaxaca la justicia que reclama? ¿Quién reparará el daño sufrido a los lesionados, deudos y demás agraviados? La decisión está en ustedes, recobren la cordura, la conciencia social y su verdadera función como gestores del pueblo el cual les dio su voto, el culpable no es otro sino el que los obligo a montar este show político.
Por lo que, haciendo alusión a la misiva del escritor francés:
¡YO ACUSO, a Ulises Ruiz, de querer imponer a la LX Legislatura del Estado Juicio Político para resultar absuelto de sus delitos cometidos en su gestión!
¡YO ACUSO, a Ulises Ruiz, de imponer 23 Recursos de Inconformidad ante el Tribunal Estatal Electoral, para dilatar la transición democrática y evitar al gobernador legítimamente electo por decisión de los oaxaqueños!
¡YO ACUSO, a Ulises Ruiz, de ser el responsable de las dilaciones en la procuración de justicia, irregularidades en la integración de las averiguaciones previas así como a las agresiones a medios de comunicación!
¡YO ACUSO, a Ulises Ruiz, de ser el responsable de que Oaxaca ocupe el primer lugar en analfabetismo y pobreza, y los últimos lugares en desarrollo humano!
Por lo anterior, resulta obvio y urgente sancionar a tan deleznable funcionario, y mientras el procedimiento de Juicio Político duerme el sueño de los justos en la Comisión Instructora, Ulises Ruiz ya ha recibido la Gran Sentencia Popular el 4 de julio.
De cualquier forma, me uno a la condena de la sociedad civil: NI PERDON NI OLVIDO.