El gobernador de Texas, Rick Perry, alertó de la posibilidad de que integrantes del Estados Islámico lleguen a Estados Unidos a través de la frontera con México, a la que definió como porosa debido a la falta de acción del gobierno de Barack Obama.
Perry llegó a Washington diciendo que lo tienen sin cuidado las dos acusaciones en su contra y sostuvo tiene “confianza” en su equipo de defensa.
Además, el eventual candidato presidencial republicano a la elección de 2016 también dijo el jueves que estaría dispuesto a enviar tropas estadounidenses a Irak para combatir a la milicia Estado Islámico que ha atacado a la minoría cristiana y decapitó un periodista norteamericano.
“Debemos mantener abiertas todas las opciones”, dijo Perry a los asistentes a una reunión promovida por la conservadora Fundación Heritage.
Perry fue acusado la semana pasada por un jurado de investigación que le formuló cargos por su veto a la asignación de fondos a fiscales que investigan actos de corrupción. El funcionario se declaró inocente el jueves poco después de ser fichado y se le tomó una fotografía como se hace con los procesados.
Citó a los críticos demócratas, quienes han dicho que las acusaciones tienen motivación política. Perry continuará su gira en Nueva Hampshire, estado con gran relevancia política.
Agencias