Monterrey, Nuevo León. – La agresión del maestro de primaria, Jesús Lazo Paz, asociado de la Sección XXII del SNTE, contra el fotorreportero del diario local “Noticias” en Oaxaca, Mario Jiménez Leyva dejó entrever parte del proceso de transición de la identidad del periodismo oaxaqueño.
Si el hecho en sí mismo es censurable – ¡Ya ni la chingas maestro Chucho! -, también refleja un ejercicio profesional del viejo periodismo sin contrapesos, atrapado en la corrupción, ausente de credibilidad y autocrítica frente al cambio del oficio mismo, por ejemplo, con el uso de la tecnología.
El autor del ataque, como algunos otros, consideran que los periodistas construyen intrigas, despedazan honras o venden la verdad del movimiento popular-magisterial al gobierno local o federal porque no reflejan lo que dicen, sienten y piensan.
Empero existe una nueva generación que -como muchas anteriores a ésta- se esfuerza por buscar nuevos temas, formas y lenguajes con los mejores estándares profesionales para confirmar que el periodismo de Oaxaca es de los más desafiantes en el país frente a los excesos del poder político, económico, social y sindical.
En ese sentido, existen algunos indicios para comenzar a construir un nuevo modelo de periodismo en Oaxaca, partiendo de estas observaciones:
- El nuevo periodismo crece disperso, confundido y subestimado frente al viejo periodismo que ejerce presión con el prestigio de la marca, la cuota publicitaria y el acuerdo político.
- El nuevo periodismo es el esfuerzo personalizado o grupal sin experiencias empresariales, pero con compromiso profesional, mientras el periodismo tradicional se conformó con ser una empresa familiar o política donde el servicio es corregir imágenes públicas.
- El nuevo periodismo construye opciones de rentabilidad con la venta de servicios o productos enfocados al retorno de la inversión publicitaria y la especialización como ventaja competitiva.
- El viejo periodismo se colapsa cuando hay un reacomodo de grupos de poder en los gobiernos municipal y estatal porque siempre están en las crisis de la economía local.
- Frente a la concentración de los presupuestos públicos en grupos, hoy se multiplican en centenares de medios en Oaxaca como forma de subsistencia individual, principalmente en portales de noticias o cuentas de Facebook y Twitter.
- La ausencia de contenidos periodísticos y un decreciente interés por comunicar, transmitir y diferenciar lo verosímil de lo veraz, lo creíble de los verdadero, atrapa al nuevo periodismo.
Por eso, los periodistas que defienden la libertad de la palabra y la imagen como en Oaxaca, construyen el camino para recuperar su valor y regresar al origen, es decir, ejercer el oficio y profundizar la vocación.
Especialista en análisis, comunicación y estrategia política-electoral.
Twitter: @lacoyunturamx