Ya decidieron la pose para la estatua del presidente Calderón

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Ricardo Ponzanelli, el escultor que elaboró por encargo de Vicente Fox su estatua y la de Ernesto Zedillo en la Calzada de los Presidentes en Los Pinos, fue elegido para encargarse ahora de la efigie que permanecerá después del mandato de Felipe Calderón.

 

El primer paso para la elaboración de la estatua de Calderón ya está dado. En Los Pinos, el Presidente posó sobre una tabla durante unos 40 minutos para las fotografías que sirven al artista para modelar sus rasgos y su silueta en una sesión que requiere retratar, en una secuencia circular, hasta el último detalle.

De acuerdo con el artista, el proyecto aún se encuentra en stand by. Sin embargo, MILENIO confirmó que ya se decidió la pose, que difiere de la de sus 12 precedesores: esta vez ambos brazos del Presidente caen naturalmente y sus manos se entrelazan por debajo del ombligo.

El traje y los zapatos —al parecer de charol— que portó el Presidente para la sesión fueron elegidos ex profeso.

Fue precisamente Ponzanelli quien acudió a Los Pinos para fotografiar al presidente Calderón posando para la estatua número 13 de la Calzada de los Presidentes, que traza un camino entre los jardines de la residencia oficial.

Personal del Estado Mayor Presidencial consultado confirmó que se espera que la estatua del presidente Calderón se inaugure antes de concluir su administración, que no ha posado para la efigie, sino para las fotos, además dicen desconocer alguna característica especial y que resultó a un mejor costo que otras obras similares.

Para la elaboración de una estatua de tamaño natural, primero se modela una maqueta a escala que se presenta, en este caso al presidente Calderón o al jefe del Estado Mayor Presidencial, el general José de Jesús Castillo. Esto aún no ha ocurrido, por lo que la efigie forjada en bronce no ha comenzado siquiera a elaborarse.

Para que una estatua pueda colocarse en la Calzada de los Presidentes tendrá que cumplir con la regla no escrita de tener exactamente la misma altura y material de las 12 anteriores. No importa la estatura real de Fox en comparación con la del resto, todas son exactamente del mismo tamaño.

También comparten una característica común: todas las efigies portan la banda presidencial sobre el pecho. Miguel de la Madrid prefirió lucirla por encima del saco de su traje, mientras que las de Lázaro Cárdenas y Ernesto Zedillo apenas pueden observarse debido a la postura de sus brazos sobre el pecho.

El escultor no es desconocido para Calderón, pues se encargó también del relieve de la Junta de Valladolid, ubicada en la llamada Casa de la Conspiración, que fue la residencia del capitán José María García Obeso, sitio que el mandatario visitó el 21 de diciembre de 2009 para conmemorar el bicentenario del antecedente de la conspiración de Querétaro, con la cual dio inicio la Guerra de Independencia.

La incógnita que queda será el sitio específico donde decida colocarse la estatua de Calderón, a quien le tocará inaugurar un nuevo tramo de la Calzada de los Presidentes, los que desde 1934 hasta 2000, ubicados en grupos de cuatro, parten desde el escudo que se encuentra en un extremo vecino al bosque de Chapultepec y que en su parte trasera luce un relieve con la imagen de Emiliano Zapata.

Al avanzar por esa calzada, siguiendo las efigies de Manuel Ávila Camacho, Miguel Alemán, Adolfo Ruiz Cortines, Adolfo López Mateos, Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría, José López Portillo, De la Madrid, Salinas, Zedillo y Fox, el camino dirige a la casa Miguel Alemán, cuya construcción —concluida en 1952— de 5 mil 700 metros cuadrados, se ordenó por el propio presidente como réplica de su propia residencia, que aún existe.

Tampoco se sabe si después de que Calderón deje Los Pinos se mantendrá el invernadero instalado en su sexenio y que se ubica casi frente a la hondonada, y es que como sus antecesores legaron el estanque de peces, la fuente de cantera de Zacatecas o el caballito del escultor Sebastián.

El artista

Ponzanelli, descendiente del escultor encargado de colocar el mármol más apreciado a escala mundial, en la catedral de Carrara, en Italia, nieto de Adolfo Ponzanelli, quien en México colocó el mármol de Bellas Artes y el Ángel de la Independencia, suma entre sus obras múltiples monumentos históricos en todo el país, dos estatuas forjadas en bronce de ex presidentes y hasta en la década de los 80 elaboró el célebre fauno del Partenón, en la que fue la residencia de Arturo Durazo, ex jefe de la policía.

En entrevista, Ponzanelli dijo que la estatua del presidente Calderón “está todavía en proyecto” y confiesa: “no sé qué vaya a pasar” porque “me quedaron de hablar y no lo han hecho”.

No obstante, admite que no es la primera vez que le ocurre y habla de sus experiencias anteriores con los encargos de las estatuas de Fox y Zedillo. “Después, ya cuando faltan dos horas ya dicen: rápido, urge. Así me pasa siempre en la vida. Eso es lo que me da miedo, porque con las anteriores fue igual. (La de) Zedillo se hizo después de que salió, varios años después. A lo mejor ya cambian de concepto de ya no hacerla, no sé, pero sí está en proyecto”, confirma.

Sin ofrecer un mínimo detalle, Ponzanelli dice que todo quedó en “stand by” hasta esperar que le den órdenes y “luz verde”; señala que no está aprobada la maqueta y desconoce si la pretensión es que entregue la estatua antes del 1 de diciembre, cuando culmina el sexenio de Calderón. Interrogado sobre la posibilidad de que se haya cambiado la decisión original, respondió: “eso ni lo quiero mencionar”.

Agencias