Hoy Alejandro Murat entrega personalmente, por cuarto año consecutivo, su informe en la cámara de diputados.
Su trato fácil y su habilidad política han hecho, para bien de Oaxaca, muy cercana y fluida su relación con las y los diputados.
El Congreso del Estado no tiene que ser siempre contrapeso.
Hoy el ejecutivo y el legislativo, con la buena marcha del Poder Judicial, se ponen de acuerdo para sacar la agenda de Oaxaca adelante.
Esto ha sido especialmente importante este año de pandemia.
La mayoría morenista y el gobernador priista han hecho equipo en la tarea de gobernar Oaxaca.
El gesto más elocuente de ello fue la autorización de los tres mil quinientos millones de pesos para más de 100 obras de infraestructura que reactivarán la economía dentro y después de la pandemia.
Y hoy también dirigirá un inédito mensaje que será ampliamente difundido nos solo por Canal 9 sino por redes sociales.
Será, sin miedo a equivocarme, un informe como no se ha hecho ninguno en el país y que dará mucho de qué hablar en los círculos de la comunicación política por su formato fresco, innovador y ágil.
Este informe será un hito y ejemplo de lo que debe ser la rendición de cuentas de cara al ciudadano.
Este ha sido un sexenio complicado. Dos huracanes, sequía, tres sismos y la COVID19.
La vida se nos ha ido en reconstruir.
Pero una de las bondades de la planeación moderna es la flexibilidad y el gobierno de Alejandro Murat ha sabido hacerlo para conjurar lo peores efectos de los males.
Hay que decir que la COVID no nos tomó enteramente desprevenidos.
Murat se dedicó desde que llegó al gobierno a contruir 4 hospitales nuevos y a saldar la deuda que le dejaron de hospitales y centros de salud inconclusos o indignos.
Sustituyó 5 centros de salud y después de los sismos reconstruyó 3 hospitales y 22 centros de salud.
Además de rehabilitar otros 146 centros de salud en las 8 regiones.
Y durante la pandemia fue el primer mandatario que canceló un evento multitudinario y de alcance internacional como el Marathón Rock and Roll y reconvirtió en tiempo récord 26 hospitales y además de construir uno móvil del que han salido caminando todos los enfermos que ahí se han atendido.
Hoy estamos tres puntos porcentuales por debajo de la media nacional en muertes por COVID.
Y en el plano económico le inyectó mil 200 millones de pesos a la economía local en créditos, apoyos, subsidios y condonaciones para preservar el empleo y la estabilidad.
En la última Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del INEGI, oaxaca fue el estado que menos empleos ha perdido durante la pandemia.
Además se entregaron 200 mil canastas alimentarias que aliviaron la urgencia de miles de familias que las necesitaron.
Hoy Oaxaca, a diferencia del pasado reciente, está en paz. Hay gobernabilidad como producto natural de practicar la gobernanza.
Y es que Alejandro Murat escucha a todos, se sienta con todos y no se cansa. No me dejará mentir el sindicato de salud, con cuyos integrantes, el gobernador se ha sentado hasta ocho horas y, como ningún otro gobernante, les ha acompañado hasta la capital del país a dialogar con las autoridades federales.
Murat ha sido gestor permanente cuando los recursos propios o federalizados no alcanzan para hacer lo que se tiene que hacer.
No es casualidad que, ahora sí, las autopistas al istmo y a la costa estén avanzando y que Oaxaca sea el asiento principal del Corredor Interoceánico.
Guste o no. Habrá un Oaxaca antes de Alejandro Murat y un Oaxaca después de él. Al tiempo.
Hoy Oaxaca es uno de los diez estados más seguros del país, y hemos recibido premios y reconocimientos no solo de Netflix y de prestigiadas publicaciones de turismo, sino de la Secretaría de Hacienda y la Secretaría de la Función Pública.
Fuimos el estado que mejor implementó el Presupuesto basado en Resultados y el Sistema de Evaluación del Desempeño; y solventamos el 98 por ciento de las observaciones hechas por la SFP a la cuenta pública.
Y se refinanció la deuda pública para que Oaxaca pague lo menos que exija el mercado.
Hoy Oaxaca está cerrando cárceles, como la de Ixcotel, que representaba lo que no queremos como sociedad, y está abriendo hogares como la Casa de Alas que será un complejo de albergues y talleres para las niñas niñas y los niños más vulnerables.
Hoy en Oaxaca se protegen las creaciones de nuestros artesanos y artistas.
Conseguimos la Declaración de Denominación de Origen del Café PLUMA de Oaxaca.
Y se logró la primera indicación geográfica que se ha otorgado en el país para proteger a nuestros alebrijes contra el plagio.
Antes de que nos alcanzara la pandemia habíamos superado ya el millón de pasajeros que arribaron a nuestro estado, llegando al millón 200 mil, cuando el promedio anual era de 750 mil.
Cuando Alejandro Murat llegó al gobierno, la ocupación hotelera de Oaxaca de Juárez era del 38% anual y la llevó hasta el 50% también por primera vez en la historia.
Y ello se tradujo en un incremento del 63 % de derrama económica.
Se alcanzaron más del doble de vuelos de los que había al inicio de su gobierno.
Se reanudó el vuelo Oaxaca – Mérida y ya tenemos uno nuevo, Oaxaca – Cancún .
Para verano de 2021 tendremos listo el vuelo Oaxaca-Chicago.
Hay que ver el informe. Y hay que saber que hoy no tenemos un gobernador ausente.
Oaxaca tiene un gobernante que está al pendiente de que las cosas se hagan y de que sus instrucciones se cumplan con diligencia.
Alejandro Murat no descansa.
Y no hago propaganda. Digo, escribo y defiendo lo que me consta.
Hoy todas y todos quienes acompañan a Alejandro Murat en el gobierno desde la oficina más modesta o la delegación más pequeña deben sentirse orgullosos y defender los resultados.
No faltará quien diga que no hay resultados, que se roba y que se miente.
Es natural, es su papel y es se les entiende.
Pero con la misma intensidad con que ofenden, platícale a los tuyos lo que aquí te cuento.
E invítales a ver contigo este Cuarto Informe de Gobierno.
@MoisesMolina