Que tal estimados lectores esta semana que pasó, estuvo llena de acontecimientos de relevancia mundial y nacional: la muerte de Hugo Chávez, el auto de formal prisión de Elva Ester Gordillo, el último día de Benedicto XVI como cabeza del Vaticano, entre otras cosas, sin embargo en esta ocasión quiero hablarles sobre mi bella ciudad Oaxaca.
La cual es bella por su gastronomía, cultura, su centro histórico y por gran parte de su gente, pero lamentablemente en fechas recientes ha estado secuestrada y vapuleada por grupos que supuestamente luchan por el “bienestar de los oaxaqueños”. Y para colmo de males nuestro flamante Gobernador y compañía no hacen más que “dialogar”, instalar mesas de negociación y hacer todo pacíficamente. ¿Pero que negocian?
Mire usted, la semana pasada hubo un paro de actividades por dos días, orquestado por los maestros de la Sección 22 del SNTE, donde 1 millón 300 mil alumnos no tuvieron clases; así mismo hubo un bloqueo de los seudoestudiantes para maestros (normalistas); también un paro de actividades en la máxima casa de estudios, la UABJO, por sus sindicatos que solo sangran a la universidad, y quizás el acto más detestable fue la marcha y el zafarrancho de los integrantes del FPR frente al Palacio de Gobierno.
Todo esto le genera a Oaxaca la peor reputación ante el turismo, que es la actividad más importante, económicamente hablando, para esta ciudad; le trae por los bloqueos y marchas, otra pérdida económica considerable, así como pérdida de tiempo que hoy en día es algo vital en todas las actividades laborales. Aunado a esto hay ganancia de caos, desesperación e impotencia por parte de la ciudadanía, generando una histeria colectiva, que invariablemente llegara a un punto que estallara, quizá en un nuevo conflicto social.
Qué pasa con el Gobierno del Estado, no se da cuenta que esos manifestantes no son los únicos que votaron por ellos, no se percatan que los ciudadanos honrados que salen a cubrir una jornada de trabajo, llevar a sus hijos a las escuelas y ganarse la vida, muchos de ellos también votaron por este gobierno blandengue, ¿por qué no hacen nada contundente? Estos actos necesitan ser resueltos con mano dura, del uso de las fuerzas policiales, pues atentan contra el bienestar de la sociedad. Estoy de acuerdo que la constitución de los Estados Unidos Mexicanos dicta que tenemos derecho a la libre expresión y manifestación, sin embargo, así mismo dicta que la libertad se acaba en el momento en el transgrede la libertad de un tercero.
Se tiene que sentir que en verdad hay una cabeza que rige este estado y que tiene un brazo fuerte, que le sirve para establecer el orden. Porque para eso es la policía estatal, no solo para investigar o detener criminales.
Por eso ante este panorama poco alentador de mi ciudad, quiero proponer y lo dejo a su consideración, un programa de reacción inmediata policial, para vigilar y contener las “movilizaciones sociales”, evitando así que lleguen a perjudicar a la sociedad en general, dejarlos manifestarse, sí, pero únicamente eso.
Propongo también hacer un verdadero acuerdo con la Sección 22 (porque son esos maestros los principales desestabilizadores de la armonía social), donde el punto principal sea la NO suspensión de clases. Quizás lo han intentado pero solo es eso, un intento. Señores las cosas se hacen, no se intentan. Si los maestros no quieren entonces (ya que tienen tan de moda hacer consultas ciudadanas), consulten a los padres de familias cuál debería ser el rumbo para esos maestros que no quieren impartir clases. Porque al parecer el gobierno del estado le tiene miedo un sindicato y no lo quiere enfrentar.
Finalmente me dirijo al señor gobernador, Gabino Cué, o quizás deba dirigirme al presidente municipal, Luis Ugartechea, a quien sea que lea esto. Yo también los elegí y estoy seguro que no soy el único que opina esto. Señores o ponen orden o van a perder muchos adeptos, si quieren seguir en esto de la política. La gente recuerda por hechos, hagan algo que valga la pena recordarlos y seguir apoyándolos. Son unos blandengues, les falta carácter y… valor.
“Previsión es la dirección que el líder tiene. Una vez que pierde esta dirección y los acontecimientos comienzan a forzar su mano, es líder solamente de nombre. No está dirigiendo; está reaccionando a los acontecimientos inmediatos y probablemente no continuará siendo líder por mucho tiempo. Hay abundantes ejemplos diarios de pérdida de liderazgo debido a la no previsión de lo que razonablemente podía haber previsto, y a falta de acción por la ausencia de este conocimiento, en tanto el líder tiene libertad para actuar”. Rober K Greenleaf.
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