Un nuevo cable de WikiLeaks revela que el gobierno de Estados Unidos no le creyó a las autoridades de Nuevo León cuando intentaron justificar una serie de ataques con granadas perpetrados por el crimen organizado, alegando que lo hacían como resultado de la efectividad de la estrategia contra el crimen organizado.
El cable desclasificado, pero marcado de uso oficial solamente, tiene el número 10MONTERREY66 y fue enviado el 28 de febrero pasado desde el consulado de Estados Unidos Monterrey un día después de los ataques con granadas a 5 estaciones de policía en Nuevo León.
Caracterizando la situación como “Nuevo León fuera de control”, señala que aunque el secretario del gobierno de Rodrigo Medina, Javier Treviño Cantú ha caracterizado a los ataques del narco como una reacción a los esfuerzos de seguridad del gobierno estatal, “esta explicación no es persuasiva ya que los programas en el estado siguen siendo nacionales en el mejor de los casos.”
Es decir, el consulado de EU no le creyó al gobierno de Rodrigo Medina.
Agrega que ni la estrategia conjunta anunciada entre el gobierno federal y el estatal para instalar retenes en Monterrey y otros municipios han comenzado, y que la explicación más probable para los ataques, dada la penetración de los Zetas en la entidad, es que el Cártel del Golfo haya realizado los ataques para advertirle a la policía que deje de ayudar a los Zetas y se pasen a su bando.
Otra posible explicación, dice el comunicado, es que los ataques hayan sido un intento para “calentar la plaza”.
Sin embargo, subraya el cable, “ninguna (de las explicaciones) involucra una respuesta del crimen organizado a los ‘efectivos’ esfuerzos del gobierno estatal.”
Después de esto, el comunicado señala que el público en Monterrey teme que la violencia escale a los niveles que se ven en la frontera.
“Los ciudadanos están parando sus viajes a la fronerta, y varias empresas de autobuses están cancelando sus rutas en el estado. En efecto, si objetivos de alto valor se mudan a Monterrey y Saltillo, Coahuila, la violencia entre los cárteles y el ejército aumentará.”
Señala también que fuentes confiables reportaron la entrada de autos llenos de sicarios, con armas automáticas saliendo por la ventana, entrando a Monterrey por las carreteras que conectan con Reynosa, y que la DEA confirma un incremento de enfrentamientos entre militares y Zetas en retirada el 27 de febrero en municipios al norte y al sur de Monterrey.
Señala también que una encuesta del grupo Reforma dio a conocer que la gente ha visto o escuchado incidentes de violencia que el gobierno no está reportando.
Revela también que obtuvo información de que se cree que el líder de Los Zetas, Miguel Hieriberto Lazcano “el Lazca”, se escondía en Monterrey y planeaba un contraataque contra el Cártel del Golfo en Tamaulipas. La misma información considera que los Zetas consideran a Saltillo, Coahuila, como refugio.
Una reunión de seguridad consideró también, dice el cable, la posibilidad de que el Cártel del Golfo sigua atacando a departamentos de policía controlados por los Zetas en el área de Monterrey, incluyendo a Santa Catarina o la policía estatal de Nuevo León.
Es decir, el gobierno de Estados Unidos dio por válida la idea de que los Zetas controlan a la policía en Monterrey.
SDP