Río de Janeiro se convirtió en la última ciudad que toma medidas contra Uber, debido a que su concejo votó a favor de prohibir los servicios no regulados para compartir el transporte.
La decisión aún debe ser aprobada y firmada por el Alcalde Eduardo Paes dentro de los próximos 15 días para convertirse en ley.
En un comunicado, Uber Technologies Inc indicó que seguiría operando con normalidad en la ciudad y que la votación era contra la tecnología y el derecho de los ciudadanos a escoger cómo movilizarse. La compañía también señaló que no había sido incluida en las discusiones sobre la ley.
La decisión de Río ocurre después de las medidas adoptadas por la mayor ciudad de Brasil, Sao Paulo, y su capital, Brasilia, para prohibir a Uber, una aplicación móvil que permite a los usuarios llamar a conductores del servicio de transportes no regulado. Varias ciudades de Estados Unidos, India y Europa también han adoptado regulaciones contra la empresa con sede en San Francisco.
Los conductores de taxis se quejan de que los pilotos de Uber no están normados adecuadamente y tienen menores gastos generales, lo que les da una ventaja injusta.
El concejo de Río, que aprobó la medida por 42 votos a favor, 1 en contra y cinco abstenciones, determinó que sólo los vehículos regulados por la ciudad pueden recoger pasajeros, lo que veta efectivamente a los conductores de Uber, quienes actualmente no están regulados.
Si la ley es aprobada, los conductores que la infrinjan enfrentarían multas de hasta 2. mil reales (unos 550 dólares).
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