Manuel Espino Barrientos
Estimados amigos:
El pacto secreto firmado por el presidente de nuestro partido con el PRI es una severísima llamada de atención que nos conmina a revitalizar el debate, la toma de decisiones colegiadas y el espíritu libertario al interior de Acción Nacional.
Lamentablemente, César Nava tomó una decisión al margen de las facultades que le confieren los Estatutos del partido. No tenía autoridad para decidir individualmente en el tema de las alianzas, mucho menos para comprometer el futuro del PAN, pues el documento no sólo es falaz, sino que encima se pretendía darle vigencia después de la gestión de Nava, durante el 2011.
También debemos señalar que nuestra normatividad marca que es el Comité Ejecutivo Nacional el órgano facultado para autorizar las coaliciones locales, no el presidente del partido.
En caso de que César hubiera tomado la decisión de pactar con el PRI apelando a sus facultades extraordinarias, bajo el supuesto de que no se pudiera convocar al órgano respectivo, nuestra legislación interna lo obligaba a ratificarla en la siguiente sesión ordinaria del Comité Ejecutivo Nacional. Este precepto tampoco fue ejecutado.
Lo más grave es que cuando se detonó el tema, César Nava negó tres veces la existencia de dicho documento: ante el Consejo Nacional, ante el Comité Ejecutivo Nacional y ante la ciudadanía. Con ello se devaluó la palabra y la estatura política del dirigente nacional, traicionando siete décadas de una historia transparente y luminosa. Además, este acuerdo evidentemente buscaba apoyar políticamente a Enrique Peña Nieto, lo cual lo hace aún más vergonzoso.
Sin embargo, quienes amamos al PAN seguiremos continuando. Ésta es la hora de ratificar nuestro compromiso con Acción Nacional, de defender nuestros principios y nuestra mística cívica, más aún en la víspera de la Asamblea Nacional, que será oportunidad ideal para volver a empezar.
Tenemos que lograr que se elija un Consejo Nacional autónomo, integrado por mujeres y hombres de mente libre, capaces de conformar la conciencia del partido, tal como lo concibieron nuestros fundadores. No un consejo sometido por un grupo o un liderazgo, sino plural y deliberativo, congruente con la esencia del corazón panista.
Juntos, haciendo valer nuestros votos el 22 de mayo, los militantes podemos revitalizar al partido y hacer que nuestra dirigencia deje atrás esta etapa oscura de componendas y pactos secretos. Juntos, podemos lograr que nuestra dirigencia tome decisiones autónomas, públicas, de manera colegiada, para que Acción Nacional vuelva a ser la casa de la honestidad y la sinceridad democrática.
Por una patria ordenada y generosa
Manuel Espino Barrientos
Si deseas sumarte al esfuerzo de volver a empezar, comunícate al teléfono celular 55 9198 5538 o al correo electrónico manuespino@hotmail.com
