Para el payaso “Maracas”, hacer reír a las personas es muy fácil: solo se necesita creatividad, humor, agilidad y la preparación constante para dibujar en los rostros las sonrisas que se requieren para ser feliz.
Hace 25 años (1990), el artista oaxaqueño Miguel Martínez Ramírez le dio vida al personaje “Maracas” y con él inició una gran travesía de aventuras, desafíos y ante todo, un motivo para vivir.
“Con Maracas no hay tiempo para la tristeza, soledad y mal humor, por el contrario, mi vida se ha transformado y ahora vivo haciendo reír a niños, jóvenes y adultos. Sus sonrisas me retroalimentan y soy feliz”, señaló.
El próximo sábado 2 de mayo, su personaje cumple 25 años de vida y para celebrar esta trayectoria, se presentará el libro “Maracas”, escrito por uno de sus entrañables amigos, Juan Arturo Barrita Ortiz, quien señala en su dedicatoria: “con cariño a mi gran amigo Miguel, quien no tuvo que demostrar su bondad ante mí, conocí esa virtud en él”.
La presentación se realizará este 2 de mayo en la explanada del Templo Católico del Barrio de la Trinidad, en la capital oaxaqueña a las 17:00 horas. Se realizará también un festival infantil, donde habrá una presentación de payasos, malabares, actos de magia, juegos y regalos.
25 años de talento y creatividad
A los 14 años, Miguel Martínez inició su trayectoria con la Compañía Estatal de Teatro que dirigía Jesús Cervantes, misma que presentó “Las Leyendas Oaxaqueñas” por diversas partes de la entidad y del país.
De acuerdo con Juan Arturo Barrita Ortiz, el oaxaqueño Miguel era quien cargaba los trajes, las hojas de los diálogos y ayudaba al director, pero una tarde que un actor no llegó a la función de la obra “Las vírgenes prudentes”, fue la oportunidad que esperaba para debutar como artista y entró en acción. “Muy nervioso, pero lo hizo muy bien y rápidamente se convirtió en un gran actor”, precisó.
Luego de que terminó el proyecto, a sus 32 años de edad, Miguel Martínez fue invitado por uno de sus amigos a una fiesta infantil y le dijo que solo quería que hiciera reír a la gente. Por iniciativa propia se pintó la cara y se presentó por primera vez como payaso, no se había pintado y vestido correctamente, pero sabía actuar y sobre todo hacía reír mucho a su público inesperado.
En una ocasión, Tomás Morales Quezada, el payaso “Llantón” lo vio actuar y le dijo que “para ser payaso, necesitaba parecer payaso”, por lo que le enseñó a pintarse correctamente y mientras lo hacía lo nombró “Maracas”, porque era el instrumento que lo había iniciado en la música desde niño.
También le atribuye su formación a Jesús García, el payaso “Chucho, El Soñador”, quien fue campeón mundial y a Isidro López Velásquez, el payaso “Chispa y Jicaco”, su amigo personal.
Durante su trayectoria ha obtenido diversos premios y reconocimientos, como el tercer lugar a nivel estatal en “actos de magia”, pero en su opinión, el más importante, la sonrisa de lado a lado y la cargada de los niños y su público que le asiste.
Familia, sustento primordial
“Maracas” no podría existir por sí solo, detrás de él se encuentra un equipo de talentos que lo apoya y lo impulsa. La esposa de Miguel, Blanca Esther Martínez Trujillo, es un aliciente para su carrera, lo anima y le ayuda en cada una de sus presentaciones.
En tanto, sus hijos Monserrat y Pablo Martínez Martínez, también heredaron los talentos creativos. Actualmente dan vida a nuevos personajes como “Maraquitas” y “Fiuzhita”, quienes participan en las actuaciones a lado de su papá y realizan espectáculos creativos.
Hoy, el espectáculo de “Maracas” ofrece presentaciones para cumpleaños, “baby shower”, festivales, fiestas privadas en comunidades, plazuelas, calles y en Casas Hogar; también ha asistido a hospitales donde se encuentran niños internados por cáncer y otros padecimientos para brindarles alegría, diversión y sobre todo esperanza.
Además de la diversión, en sus presentaciones deja enseñanzas a su público, principalmente infantil, sobre valores morales como son el respeto, la ayuda, el agradecimiento, entre otros, además del cuidado del agua y del medio ambiente.
“Maracas”, “Maraquitas” y “Fiuzhita” realizan juegos, actos de magia, concursos, acrobacias, y pintacaritas llenos de diversión y alegría, eso sí, -como el mismo Miguel señaló-, sin grosería o albur, sino creatividad, talento y buen humor, para que las personas se diviertan y olviden, aunque sea por un momento, de la vida agitada, los problemas y las presiones y disfruten de “las payasadas de Maracas”.
¿Quién es Miguel Martínez Ramírez?
Nació el 27 de junio de 1960, en la casa ubicada sobre la calle Bustamante número 517 en el Centro de la Ciudad de Oaxaca de Juárez. Es el tercer hijo de 12 del matrimonio de don Miguel Martínez Vásquez y la señora Noemí Ramírez Hernández, quienes vivieron entre carencias económicas, pero no así de afecto y unión.
Dentro de su familia, es el pionero en las artes escénicas, ya que a los 14 años de edad se inició en esta actividad y a los 32 años orientó su vocación para caracterizar a este personaje con vestimenta extravagante, maquillaje y nariz roja con el simple placer de hacer reír a la gente, gastar bromas, hacer piruetas y trucos divertidos.
Su público infantil será el mismo, “siempre habrá niñas y niños, inocentes, curiosos, alegres, juguetones y soñadores, por lo que ‘Maracas’ vivirá mientras ellos existan”, finalizó.