La violencia de género que siguen padeciendo algunas mujeres -al lado de hombres violentos-, es sin duda un lastre que sigue lastimando poco a poco a nuestras madres, hermanas y parejas.
Y es que a decir de la Directora del Instituto de la Mujer Oaxaqueña (IMO), Anabel López Hernández, ésta violencia se gesta desde la etapa del noviazgo; etapa en donde el varón comienza a mostrar poco a poco insultos, chantajes, manipulaciones y hasta golpes a su pareja; mismos que se institucionalizan cuando se llega al matrimonio, convirtiéndose su vida, en un verdadero infierno.
“Aquellos actos violentos que surgen en el noviazgo, se institucionalizan cuando la pareja se casa. Ya es mi marido -dicen las mujeres- y entonces ya tiene derecho. Soy su esposa y me tengo que aguantar. El documento es una condicionante, tengo que aguantar; por eso, este fenómeno de que en el noviazgo empieza suavecito; en el matrimonio se vuelve un infierno para las mujeres” –dice López Hernández-.
La titular del IMO, dijo que la falsa creencia de los hombres a sentir que son propietarios de las mujeres, ha llevado a éstos a propiciar empujones a sus parejas; posteriormente moretones, luego ataques con cuchillos, machetes, abuso sexual y muchas veces, en terribles homicidios.
Dijo por último que: “Las mujeres violentadas no denuncian por miedo, amenazas y por desconocimiento de sus derechos; por ello, los hombres violentos tienen que reeducarse y aprender que la violencia, no es normal en ninguna; en ninguna de sus formas”.
