Vive la Ciudad de Oaxaca su tradicional viernes de Samaritana

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* El Presidente Municipal, José Antonio Hernández Fraguas, acompañado de la Presidenta Honoraria del DIF Municipal, Lorena Córdova Brena, así como de las y los integrantes de su cabildo, atestiguaron y disfrutaron de aguas frescas, como parte de esta festividad.

Como cada año, en la Ciudad de Oaxaca, el cuarto viernes de Cuaresma se celebra el día de “La Samaritana”, una tradición única en el país que se basa en el pasaje bíblico descrito por Juan, cuando una mujer ofreció agua a Jesús.

Es por eso que, en varias calles del Centro Histórico, se instalan puestos en los que sobresalen adornos de papel blanco y morado, así como flores de buganvilia y palmas, representados por mujeres y hombres que invitan a todas las personas a disfrutar de bebidas preparadas con frutas de la temporada como: limón con chía, sandía, piña, horchata y chilacayota o bien, bebidas prehispánicas como el Tejate, a base de cacao y hueso de mamey, que disponen en enormes ollas de barro.

En esta fecha tan especial, el Municipio de Oaxaca de Juárez y la Arquidiócesis de Antequera comparten esta festividad con todas y todos los capitalinos, así como con turistas nacionales e internacionales, en el Andador Turístico, frente del Templo de la Preciosa Sangre de Cristo, así como en los 27 templos de la ciudad.

Esta añeja festividad inicia cerca del mediodía, en donde y de acuerdo a la tradición se bendicen las aguas, previo a la representación del encuentro de Jesús con una mujer Samaritana, en el pozo de Jacob en la ciudad de Sicar o Siquem.

En ese momento,  las y los habitantes, así como visitantes nacionales y extranjeros  se reúnen en un diálogo de fraternidad, en el que la tradición se convierte en el momento ideal para rememorar el pasaje bíblico.

En la ciudad de Oaxaca se representa al compartir agua fresca a las y los visitantes y a todos aquellos que recorren los puestos a lo largo de las calles, templos y espacios públicos del Centro Histórico.

Para este año, se contó con la presencia de una marimba quien amenizó esta festividad, seguida de la Tuna de la Universidad Regional del Sureste (URSE), así como del apoyo de escuelas de educación media superior y superior del estado de Oaxaca.

Esta tradición tomó importancia en el siglo XX y fue gracias a Doña Casilda Flores que llevó la celebración más allá de los atrios de las iglesias, porque involucró a negocios y viviendas, los cuales fungen como puntos de encuentro y convivencia hasta nuestros días.