Al reiterar su condena a la ola de violencia y sangre que ha invadido el país, el arzobispo de Oaxaca José Luis Chávez Botello aseguró que en Oaxaca aún se está a tiempo de frenar esta situación.
“En Oaxaca es un foco rojo pero todavía puede controlarse”, aseguró el párroco quien se unió al sufrimiento de las familias cuyos hijos están muertos o desaparecidos en Iguala y Tlatlaya.
Desde aquí Chávez Botello se sumó a la exigencia de los obispos de México quienes exigieron un alto a la violencia, a la ola de sangre y desapariciones en México.
“Los obispos de México decimos: ¡Basta ya!. No queremos más sangre. No queremos más muertes. No queremos más desaparecidos. No queremos más dolor ni más vergüenza”, dijo tras exponer que los últimos hechos criminales reflejan la crisis severa que vive la nación.
Muchas personas viven con miedo ante la amenaza de grupos criminales y en algunos casos por el sometimiento de la corrupción, agregó.
Ante esta situación señaló que a partir del 12 de Diciembre y ante la celebración de la virgen de Guadalupe la iglesia arrancara con una jornada de oración por estos hechos y por la sociedad.
En este mismo sentido, Chávez Botello reconoció la labor de los ciudadanos al asegurar que han despertado para reclamar sus derechos, tras enfatizar que se requiere el diálogo y no la violencia.
Respecto al IV Informe de Gabino Cué, señaló que la iglesia no es juez y es la sociedad quien tiene que analizar y hacer su parte.
Carina García/libertad-Oaxaca.info