La violencia de los cárteles de México es una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos, sostuvo el vocero del Departamento de Estado, Philip Crowley.
En conferencia de prensa, el funcionario indicó: “no creo que el tema acá sea si la estabilidad de nuestra sociedad está en riesgo, pero ciertamente es una amenaza a la seguridad nacional”.
Agregó que “estas organizaciones criminales internacionales poseen bienes, armas y personas que pueden ser un reto para cualquier fuerza de seguridad”.
Crowley explicó que “el nivel de violencia que han traído a México y otros sitios es un reto que no es exclusivo para México y Estados Unidos. Ciertamente debe ser parte de un diálogo de seguridad nacional”.
El gobierno de Barack Obama ha manifestado su creciente preocupación por la violencia de los cárteles de la droga mexicanos, que han dejado más de 34 mil muertos en los cuatro años recientes.
La próxima visita de Hillary Clinton a México, quien se reunirá el lunes en Guanajuato con la canciller Patricia Espinosa, será “una oportunidad para evaluar dónde estamos y continuar trabajando en nuestra estrategia común” para combatir al crimen organizado, afirmó Crowley.
EU colabora con México con el Plan Mérida, una iniciativa acordada en 2007 para ayudar con mil 300 millones de dólares a la lucha antidrogas.
Por ello, el funcionario indicó que Washington seguirá evaluando con México cómo puede proveer “la mejor asistencia”.
“Lo que tenemos es un nivel sin precedentes de cooperación y colaboración”, destacó.
Crowley dijo que el encuentro del lunes se hará en Guanajuato por el deseo de Clinton y Espinosa de que la conversación tuviera un escenario más informal.
Clinton causó una polémica en septiembre pasado cuando afirmó que los cárteles de la droga se comportaban cada vez más como una insurgencia en México, país que comenzaba a parecerse a Colombia hace 20 años, pero esas declaraciones fueron matizadas por el propio presidente Barack Obama.
Clinton y Espinosa se reunieron en diciembre en el marco de una cita de cancilleres de Estados Unidos, México y Canadá, en este último país.
Este es el tercer viaje de la jefa de la diplomacia estadunidense a México.
