El reforzamiento de la vigilancia por parte de agentes federales ha hecho más difícil el trabajo de los “coyotes” que trafican con migrantes centroamericanos.
Traficantes de personas como Rafael Tovar señala que la presencia de militares en la zona de Tapachula ha hecho más difícil el “trabajo” de personas como él en Chiapas.
Desde su instalación hace dos semanas, los retenes de la Guardia Nacional lo han afectado económicamente.
Por este motivo, él y el resto de los “coyotes” tienen que recurrir a rutas “secretas” transitando por la localidad de Carmen Xhán, ubicada en la frontera con Guatemala:
“El camino más fácil para venir es la ruta de Carmen Xhán a Comitán, porque normalmente no te encuentras federales, ni soldados. Aquí nomás hay que rendirle cuentas a las personas que viven acá”, señaló el pollero.
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En localidades como Gracias a Dios y La Mesilla, la llegada de migrantes centroamericanos y de otros países es escasa en los últimos días. Por este motivo, los migrantes se encuentran a la espera en lugares como Carmen Xhán.
Se calcula que antes de la llegada de la Guardia Nacional, los traficantes de personas realizaban en la región cuatro viajes a la semana con camionetas que transportaban más de 300 migrantes.
Para ser trasladados a la frontera norte, los migrantes tenían que pagar como mínimo 130 mil pesos para llegar a su destino. Con esta vigilancia reforzada, los traficantes de personas consideran que el paso por nuestro país se complicará aún más.
Con información de En Punto