El principal error de cálculo de Guaidó fue haber subestimado el papel del ejército en la estructura del poder bolivariano y en haber dejado que su movimiento dependiera del intervencionismo del presidente Donald Trump y la comunidad extranjera que nunca se preocupó por la crisis venezolana.
La clave de la estructura de poder de Maduro se localiza en el modelo de Hugo Chávez de un régimen cívico-militar fusionado, interrelacionado e interdependiente, simbiótico. El escaso apoyo militar de Guaidó fue insuficiente para potenciar su rebelión, mientras la estructura central transversal y vertical de los militares cerró filas con el gobierno de Maduro, en cuya gestión podrían calcularse un tercio de ministerios a militares.
El refugio apresurado del disidente venezolano Leopoldo López y su esposa activista Lilian Tintori en la embajada de Chile y luego España fue el primer aviso de que el golpe de Estado militar de Juan Guaidó había perdido. Los alzados tuvieron seis horas estratégicas para ponerse por encima del presidente Maduro, pero Guaidó no logró el apoyo masivo del ejército.
El llamado de Guaidó a los militares para voltear bandera careció de una organización de fondo. La gran herencia de Chávez en materia de régimen boliviano fue la fusión de intereses cívicos y militares. Con esa simbiosis de intereses y con el sentido bolivariano de la ideología oficial, Chávez creo un ejército anti golpe y un ejército anti intervención imperialista.
Los militares en Venezuela construyeron –ahí sí– una militarización integral de la sociedad, el gobierno y el Estado. Tarde se dará cuenta Guaidó que los militares son partede la estructura de poder y difícilmente conseguirá romper esa alianza, con la excepción de una –hasta ahora– difícil invasión del ejército de los EE. UU. Chávez creó un Estado pretoriano entregándole a los militares posiciones de poder, negocios y el papel de guardián del régimen; el especialista Tomás Straka habla de un “socialismo pretoriano” en lo ideológico, pero el modelo llegó hasta la estructura del Estado vía el enfoque autoritario de Samuel Huntington.
La alianza partido-gobierno-militares fue reforzada por Maduro para suplir su falta de grado militar como el que tuvo Chávez. En este sentido, según análisis de Francine Jácome en la revista Nueva Sociedad los militares ascendieron a tres áreas fundamentales: el gobierno, como empresarios vía negocios desde el poder y el control de la fuerza represiva y sobre todo de la inteligencia como espionaje político.
En Venezuela se dio, así, una verdadera militarización del Estado y de la sociedad. Maduro no sólo mantuvo el modelo Chávez, sino que lo profundizó convirtiendo al ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, en la clave del poder. En este contexto, Guaidó supuso que los militares eran solo los guardianes del poder y no parte de el mismo. En este sentido, su alianza se dio con cuadros militares de bajo rango sin intervención en la estructura militar fusionada al Estado y al gobierno.
La otra equivocación de Guaidó fue descansar su rebelión y su autonombramiento como presidente encargado con el apoyo primero del presidente Trump, con lo que trastocó el sentimiento antiimperialista de los bolivarianos venezolanos. Luego llegó el apoyo de otros países de Europa a su rebelión política, pero a condición de no apelar al golpe de Estado.
El llamado de Guaidó vía twitter a las 4.58 am hora de Venezuela el martes fue de golpede Estado, porque convoco a la “fase final de la Operación Libertad”; esperaba, por tanto, un alzamiento popular inicial que condujera al apoyo en cadena de unidades militares. La fuerza de Maduro estuvo siempre en la estructura del alto mando militar imbricada en el régimen, el Estado, el gobierno y el partido político bolivariano. Guaidó calculó mal su poder y no pudo, en palabras de un analista de inteligencia, “quitarles los alfileres a los hilos de poder de Maduro”: los soldados de Caracas, Maracaibo y la sede de la Guardia Nacional.
El intento de golpe comenzó a las 4.58 de la mañana y a las 14.30 de la tarde el líder opositor López se asiló en la embajada de Chile. Guaidó comenzó a quedarse aislado. A las 7.24 de la noche Guaidó se fue a dormir y convocó al jueves a primera hora de la mañana a continuar su alzamiento.
Mayoría con/sin alfileres. La decisión de López Obrador de centrar todo su poder en la presidencia personal y el aflojamiento del control sobre Morena y las dos bancadas legislativas está llevando a la 4-T a un problema de gobernabilidad. La clave del viejo régimen estaba en la simbiosis presidente-partido. Varias reformas lopezobradoristas están perdiendo impulso en las bancadas sin liderazgo real. La ley de educación no salió por la alianza de legisladores morenistas con la CNTE/Sección 22 de maestros. Y Palacio Nacional carece de una intermediación eficaz con los maestros disidentes.
Política para dummies: La política es pensamiento estratégico.