Dolores Huerta, la legendaria líder de los derechos de los trabajadores agrícolas en Estados Unidos, no maquilla sus palabras cuando lamenta el alto nivel histórico de abstencionismo entre los votantes latinos en ese país.
“Pese a los logros de años recientes, existe aún resistencia entre los hispanos para votar por la falta de concientización sobre la importancia de su sufragio, pero también en cierta medida por una abierta apatía hacia este ejercicio cívico”, dijo.
Huerta, co fundadora junto con César Chávez del Sindicato Nacional de Trabajadores Agrícolas (UFWA), habla con el peso que la dan décadas de trabajo a favor de causas sociales y como una de las más notables figuras hispanas a favor de la reelección de Barack Obama.
“Lo que faltan son ganas”, dijo con su permanente sonrisa al hablar de las razones por las que muchos hispanos se muestran renuentes a votar, aunque reconoció que parte del problema es el corto entendimiento que existe sobre la importancia del voto.
“Yo tengo 82 años y aún sigo tocando puertas, a veces en la noche y con perros encima de uno”, recordó, quizás a manera de reproche para aquellos más jóvenes que aún no deciden si acudirán a votar.
Dijo que el triunfo de George W. Bush por tan sólo una diferencia de mil 700 votos en Florida, lo que a la postre le dio la presidencia, es un recordatorio permanente que invoca para insistir en la importancia de cada voto.
Como otros, Huerta insistió en que el sufragio hispano puede ser decisivo en esta elección debido a su composición en estados como Florida y Nevada, dos de los diez considerados claves para definir el curso de quien gane.
En 1992 los hispanos constituyeron el 4 por ciento de la totalidad de los votantes y para 1996 aumentó a 5 por ciento, elevándose a 6 por ciento en 2000, 8 por ciento en 2004 y 9.2 por ciento en las elecciones de 2008.
Algunas de las principales agrupaciones civiles hispanas como la Asociación Nacional de Funcionarios Electos y Designados (NALEO) viene realizando un agresivo empuje para registrar a más hispanos para votar, a fin de elevar la participación a 11 por ciento este año.
“A mí me gusta decir ‘el día de las elecciones es el día más importante de tu vida’, además del día en que uno nació, porque en ese día elegimos a las personas que van a decidir por nosotros cómo vamos a vivir, van a tomar decisiones que nos afectan cada día”, dijo Huerta.
Como prueba de ello mencionó la reforma de salud impulsada por el presidente Obama y aprobada pese a la férrea oposición republicana en el Congreso, y gracias a la cual nueve millones de hispanos podrán tener ahora seguro médico.
Huerta reconoció que la situación económica ha sido un factor que ha incidido de manera negativa en el ánimo de los hispanos para votar y también las políticas migratorias de Obama, bajo cuya presidencia se han deportado más hispanos que en ninguna otra administración.
“Es claro que la gente está desanimada. Mucha gente perdió sus casas y otras más fueron deportados, pero tenemos que ser razonables”, apeló.
Benita Veliz, la joven mexicana que hizo historia como la primera indocumentada en hablar en la Convención Nacional Demócrata en septiembre pasado, dijo por su parte que si bien el ánimo entre los hispanos “está ahí”, también es cierto que éste ha disminuido.
“Muchos hispanos están apoyando al presidente, claro que hace cuatro años era algo nuevo, diferente y claro que el entusiasmo era más alto”, dijo al aludir la presencia del primer afroestadunidense en una contienda presidencial.
Veliz, quien también ha hecho campaña a favor de Obama, coincidió con Huerta en la necesidad de educar a los hispanos sobre la importancia del voto para que más salgan a votar.
Hizo notar la ironía de que mientras algunos hispanos no quieren ejercer su derecho al voto, ella no lo puede hacer debido a su condición de indocumentada.
La joven de 23 años se confesó confortada por la idea de que su labor puede hacer que su voz “se escuche en el voto de otros”.
Benita es uno de los rostros más visibles del movimiento llamado dreamers, LOS jóvenes indocumentados que fueron beneficiados por la llamada “acción diferida” anunciada por Obama en junio pasado.
Huerta insistió que en esta elección nada se puede dejar a los milagros. Si bien “tenemos que prender las veladoras (para que Obama gane), así como lo hacemos en el Día de Muertos, también tenemos que ponerle energía y salir a votar”, concluyó.
Agencias