El Sínodo de los Obispos reconoció los dones y cualidades de los homosexuales, y cuestionó si son realmente acogidos en las comunidades católicas.
El documento “Relación después de la disertación” de la cumbre episcopal que tiene lugar en el Vaticano, resume los más de 260 discursos expuestos en una semana ante el pleno de la asamblea, que sesiona en el Aula Nueva del Sínodo del Vaticano.
“Las personas homosexuales tienen dones y cualidades para ofrecer a la comunidad cristiana: ¿estamos en grado de recibir a estas personas, garantizándoles un espacio de fraternidad en nuestras comunidades?”, indicó el texto.
A menudo desean encontrar una Iglesia que sea casa acogedora para ellos. ¿Nuestras comunidades están en grado de serlo, aceptando y evaluando su orientación sexual, sin comprometer la doctrina católica sobre la familia y el matrimonio?
Más adelante estableció que la cuestión homosexual invita a la Iglesia a una “reflexión seria” sobre cómo elaborar “caminos realistas de crecimiento afectivo y de madurez humana y evangélica” que integren la dimensión sexual”.
“Eso, indicó, se presenta como un “importante desafío educativo”, señala el texto de la cita convocada por el Papa Francisco para analizar los desafíos de la Iglesia en el contexto actual.
El documento aclaró que la Iglesia no deja de afirmar que las uniones entre personas del mismo sexo no pueden ser equiparadas al matrimonio entre un hombre y una mujer.
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