Sólo falta que dos cardenales lleguen al Vaticano para que esté el elenco completo de electores que decidirán quién será el próximo papa, después de que Benedicto XVI dejara la sede vacante formalmente el pasado viernes. Sin embargo, la fecha del cónclave sigue siendo un misterio, mientras que desde la Santa Sede aseguran que no se apurarán en elegir a su próximo representante.
“No se ha decidido la fecha del cónclave”, afirmó el vocero vaticano, Federico Lombardi, en una conferencia de prensa en Roma, después de la cuarta reunión de la Congregación General de cardenales preparatoria para la elección del sucesor de Benedicto XVI.
De la congregación en el Aula Nueva del Sínodo participaron 113 cardenales, según informó Lombardi. Los dos que faltan por llegar son el cardenal polaco Kazimierz Nycz y el vietnamita Nguyen Van Thuan, quienes se espera arriben a Roma entre esta tarde y mañana.
Pese a que la reunión comenzó con la expectativa de concretar la feche del cónclave, todavía no se llegó a una decisión, agregó. Antes de dejar la Santa Sede, Benedicto XVI solicitó que se adelantara la elección de su sucesor, prevista para el 15 de este mes.
Si bien cuando el cardenal decano, Angelo Sodano, indicó en la carta a través de la que convocó a los 115 cardenales electores que la fecha del cónclave será fijada cuando estén todos los purpurados, Lombardi dijo ayer que no es necesario que estén todos presentes, sino que basta con que aseguren que estarán en Roma en la fecha que se decida.
El Colegio Cardenalicio está compuesto por 207 miembros, de los que 117 son electores, es decir, pueden entrar en la capilla Sixtina para elegir papa, y el resto superan los 80 años, por lo que no pueden entrar en el cónclave, según la normativa de la Iglesia, pero sí pueden ser elegidos papa.
De esos 117, dos han renunciado a participar en el cónclave. Se trata del indonesio Julius Darmaatmadja, por enfermedad, y el británico Keith O’Brien, exarzobispo de Edimburgo acusado de “comportamiento inapropiado” hacia otros religiosos en la década de los 80.
Mientras tanto, los cardenales debaten sobre el futuro de la Iglesia, que en el último tiempo atravesó una crisis por la publicación de cartas privadas (conocido como “VatiLeaks”) o escándalos sexuales.
A este respecto, el cardenal alemán Walter Kasper, presidente emérito del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos, dijo en una entrevista que publicó hoy el diario italiano La Repubblica, que esta etapa previa al cónclave es “tiempo para profunda reflexión”.
“La situación es diferente a 2005, cuando fue elegido Joseph Ratzinger. Este cónclave hay que prepararlo con calma. Los cardenales casi no nos conocemos. No hay prisa”, expresó.
Así, repitió los conceptos que el padre Lombardi emitió ayer, al remarcar que los cardenales no “tienen ninguna prisa” por elegir al sucesor de Benedicto XVI.
El cónclave se llevará a cabo en la Capilla Sixtina, como ocurrió históricamente, por lo que el emblemático espacio está cerrado desde ayer para los turistas.
EFE