“Hace falta solo un poco de historia para que los pueblos del mundo no desaparezcan… pues la cultura es el refugio que da valor a los acontecimientos que marcan el rumbo de las generaciones…”, citaba con un tono esperanzador el sociólogo Británico Heriberto Spencer en su obra “El estudio de la Sociología” la cual es hasta nuestro tiempo un bastión en torno a lo que hoy se ha denominado CULTURA SUSTENTABLE; que por sus connotación literal no determina más que la visión de las sociedades que reconocen su riqueza cultural y han optado por salvaguardar este tesoro en la memoria histórica de la colectividad, es decir en el RECONOCIMIENTO VIVENCIAL de los habitantes; algo que los oaxaqueños aún no hemos adoptado, pues sin estar equivocados le seguimos apostando más, al desarrollo institucional y a la ingeniería económica, que al sentido de PERTENENCIA CULTURAL como factor cohesionador determinante, lo cual insisto, no es un error pero si una limitante en el camino para cimentar una percepción real, que construya en el subconsciente ciudadano un SENTIDO DE PERTENECIA capaz de unir esfuerzos en los tiempos de crisis en favor de su comunidad y no solo buscando legitimar intereses particulares.
Sin embargo aún no es tarde para los oaxaqueños, pues tenemos el privilegio de vivir en un estado que, si bien posee índices muy altos y alarmantes en deficiencia educativa, alimenticia, política, económica y actualmente en infraestructura y en seguridad; también es de reconocer que posee una riqueza geográfica, cultural, social y gastronómica inigualable, pues ¿Quién no se ha perdido en el centro histórico de la capital del estado para observar su fina arquitectura tan provinciana, recorriendo las calles que parecieran conectar la historia dentro de los cerros que amurallan la VERDE ANTEQUERA y que nos cuentan en sus parques que el tiempo en Oaxaca forma héroes?.
¿Quién no ha recorrido en medio de la multitud el mercado 20 de Noviembre, Benito Juárez, Sánchez Pascuas, IV Centenario, la Merced…? olvidándose de todo mientras disfruta el exquisito aroma y sabor del tasajo o del chorizo asado, el sazón de los moles, el picor de las salsas de molcajete que bañan al chicharrón y le dan el punto perfecto al quesillo fundido en las Tlayudas de San Jacinto, las memelitas de Santa Rosa, las empanadas de flor de calabaza, los chapulines en una tortilla de comal recién hecha en el Tule, la barbacoa de Xoxo o el caldo de piedra en San Felipe Usila.
¿Quién no ha degustado una nieve en el Jardín Sócrates de la Soledad, de un nenguanito, una rosca o un mamon, matizando la dulzura del Chocolate y el pan de yema con la calidez de un buen mezcal y su sal de gusanito?; ¿Quién no ha presenciado un atardecer junto a Juárez en el mirador del Cerro del Fortín, degustado aguas de todos sabores en medio de la calle en Samaritana, obsequiado un alebrije, una pieza de barro negro de San Bartolo Coyotepec; una rosa en el Paseo Florar en el Llano o sentido el contacto con el pasado y el futuro en Mitla o Monte Albán?; ¿Quién no ha visto el presente en la mirada de los artistas callejeros o en las presentaciones en el MUFI, el IAGO, el MACO, el Museo del Ferrocarril, el de Santo Domingo, el de los Pintores, el Rufino Tamayo o el majestuoso Macedonio Alcalá?.
¿Quién que se sienta oaxaqueño no ha sido parte de los lunes del cerro, de Donaji la Leyenda, de la procesión del silencio, de la visita a los panteones el día de muertos, de la noche de rábanos o disfrutado de la extraordinaria belleza de las bahías costeñas, la vegetación exótica de la mixteca, el frio abrazador de una mañana en las montañas de las sierras, la alegría en las velas y la hospitalidad del Istmo, los bosques de la cañada o el asombroso desarrollo económico del Papaloapan?.
¿Quién no ha disfrutado en síntesis de las tradiciones de nuestro hermoso Oaxaca? Pues si en algo coincido con el sociólogo inglés, LA CULTURA lejos de solo ser sustento turístico hoy SE VUELVE EL CATALIZADOR SOCIAL QUE NECESITAMOS, pues estoy seguro que si logramos hacer VERDADERAMENTE NUESTRAS las riquezas y las tradiciones del estado, pensaremos dos veces nuestras acciones antes de CERRAR CALLES, DESTRUIR MONUMENTOS y CONVERTIR A OAXACA EN ZONA DE GUERRA.
De ahí que a pocos días de disfrutar la semana santa, les recomiendo que nos reencontremos con la belleza de esta maravillosa tierra, con la calidez de los nuestros y con la incomparable cercanía de NUESTRA CULTURA, pues Oaxaca es y seguirá siendo el lugar donde DIOS NUNCA MUERE…
#YoSiAmoOaxaca
Los invito a que sigamos en comunicación vía Twitter. @david_ecastillo
*Jefe del Departamento de Análisis y Estrategia Gubernamental del Ayuntamiento de Oaxaca de Juárez,10 Veces Campeón Estatal de Oratoria, Premio Estatal de la Juventud 2010, Representante de México en Venezuela, Argentina y la ONU.