¿Vale la pena lanzar un iWatch?

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El presunto deseo de Apple y Samsung de crear un reloj “inteligente” que haga juego con sus smartphones parece ser una idea muy tonta. Las dos empresas, por lo general sensatas, estarían cometiendo un grave error al entrar al mercado de accesorios celulares de bajos márgenes, donde la competencia es feroz y las barreras de entrada son increíblemente bajas. Por otra parte, la utilidad de este dispositivo parece cuestionable, apelando probablemente a un subconjunto limitado de consumidores como geeks pasados de moda y regordetes deportistas domingueros.

Los rumores de que Apple está desarrollando un reloj que haga juego con su iPhone han circulado desde hace algún tiempo. Lo que se dice en Silicon Valley es que la compañía tiene cerca de 100 diseñadores trabajando en el producto. Sin embargo, ha habido poca evidencia sustantiva para respaldar las afirmaciones: no hay fotos filtradas, sólo cuestionables maquetas de Photoshop.

Pero al parecer eso no ha evitado que Samsung, el mayor rival de Apple en el mercado de teléfonos móviles, desarrolle un smartwatch o reloj inteligente propio para contrarrestar el producto fantasma de Apple. Lee Young Hee, presidente ejecutivo de Samsung, dijo a Bloomberg News en entrevista que su empresa ha estado “preparando el producto reloj durante mucho tiempo” y que Samsung estaba “trabajando muy duro para estar listo para él”.

No está claro exactamente qué haría un smartwatch ya sea de Apple o de Samsung, pero no se requiere del capital intelectual de 100 talentosos ingenieros de producto de Apple para averiguarlo. Eso es porque ya hay un grupo de relojes inteligentes en el mercado y prácticamente todos hacen lo mismo.

El reloj, por lo general incrustado en una banda de plástico corriente, se conecta a un teléfono inteligente a través de Bluetooth para enviar notificaciones desde tu teléfono a su diminuta pantalla. El reloj te avisará si hay una llamada entrante, mostrando el nombre y número del contacto, y algunos incluso despliegan mensajes de texto en la pantalla. El reloj también puede controlar algunas aplicaciones y el reproductor de música del teléfono. Ah, y todos pueden decirte la hora también.

La idea de una smartwatch no es nueva. Microsoft, el rey de los fallidos productos digitales, lanzó su reloj inteligente SPOT con bombo y platillo en 2002, sólo para verlo hundirse unos años más tarde. El SPOT utilizaba señales de radio FM para enviar información en tiempo real al reloj, como el clima, el tráfico y marcadores deportivos. No se conectaba a tu teléfono. (En ese entonces, los teléfonos todavía no eran inteligentes).

“Imaginen lo útil que sería tener un reloj despertador de viaje que, además de dar la hora con mucha precisión y adaptarse a las zonas horarias, también pudiera despertarte con tu música favorita en formato WMA, mostrar información sobre el cierre de carreteras a lo largo de tu ruta prevista de viaje, y entregar mensajes urgentes”, dijo Bill Mitchell, gerente general del Microsoft Personal Objects Group, acerca del reloj SPOT en 2002.

Es difícil no reírnos ahora. Sin embargo, tener acceso a esa información en tu reloj en el año 2002 habría sido muy bueno. Hoy, sin embargo, puedes obtener esa información y mucho más a través de tu smartphone. El servicio SPOT cobraba usuarios a los 60 dólares al mes y requería usar un reloj de aspecto tosco, ambas cosas negativas ante los ojos de los consumidores. Cuando los proveedores inalámbricos comenzaron a ofrecer planes de datos económicos ligados a teléfonos, el reloj SPOT básicamente fue condenado al fracaso.

Los relojes inteligentes de hoy son meras pantallas en comparación con el reloj SPOT, ya que dependen de los teléfonos inteligentes para proveer los datos, a diferencia de las emisiones de FM o una fuente externa. Así que eso significa que tu smartwatch podría ser bastante inútil sin un smartphone en las cercanías. Hay poca utilidad en usar un tosco reloj, cuyo principal objetivo es entregar mensajes que puedes ver al meter la mano en tu bolsillo y mirar tu teléfono. Tratar de hacer cualquier cosa remotamente útil en el reloj, como digamos, enviar un mensaje de texto, es casi imposible o por lo menos muy molesto si se hace a través del software de conversión de texto a voz. Controlar tu música a distancia parece útil, pero ya puedes hacer eso con cualquier par de audífonos decentes estos días. Hacer bizcos y batallar con una pantalla que tiene máximo cinco por cinco centímetros es limitante y puede distraer. Imagina tener que acordarte de cargar tu reloj, además de tu teléfono, tablet y laptop. Todo parece tan innecesario.

De hecho, parece que el público en general piensa lo mismo. ¿Cuándo fue la última vez que viste a una persona portando un reloj inteligente? Lo más probable es que nunca. Y no es porque el reloj inteligente sea algo nuevo. Después de la desaparición del SPOT, muchos de los antiguos socios de Microsoft, como el fabricante de relojes Fossil, trataron de hacer relojes que hicieran juego con teléfonos inteligentes de las marcas Sony Ericsson y Abacus. Los relojes en realidad eran muy elegantes y no eran tan feos como sus predecesores, sobre todo porque parecían relojes analógicos normales. Lo que los hacía ‘inteligentes’ era una banda electrónica en el fondo que mostraba datos a modo de cintillo.

Recientemente, una nueva generación de relojes inteligentes llegó el mercado, algunos con vínculos muy buenos (pero prácticamente inútiles) a dispositivos que ejecutan los sistemas operativos Android de Google y Apple iOS. El reloj inteligente INpulse de Allerta llegó a escena hace un par de años teniendo como objetivo a los usuarios de BlackBerry, lo cual, supongo, parecía una buena idea en ese entonces. Los fundadores más tarde recurrieron al sitio de mendicidad en línea Kickstarter para financiar un nuevo reloj, Pebble, que se conecta a dispositivos Android y iOS. El Pebble, que es grande y viene en una variedad de colores, cuesta 150 dólares y acaba de comenzar sus envíos (con críticas variadas). Fossil siguió intentando, esta vez bajo el apodo MetaWatch, que son una serie de relojes conectados con Bluetooth a Android. Sony, que abandonó el nombre de Ericsson el año pasado, lanzó un par de elegantes relojes en 2012 (que más o menos lucen igual), el LiveView, y el hábilmente llamado Smartwatch. Ambos están hechos para teléfonos Android y son bastante baratos; el LiveView cuesta menos de 25 dólares en Amazon.

En el Consumer Electronics Show de Las Vegas de este año hubo una serie de otros relojes inteligentes en exhibición: el sencillo Cookoo, el costoso i’m Watch, el retro Martian, el deportivo WearIT y el elegante Leikr. Puedes preguntarte por qué hay tantas de estas cosas. Bueno, es porque el reloj es un elemento muy personal. Aunque el mercado de relojes inteligentes probablemente seguirá siendo muy pequeño debido a sus limitaciones, los consumidores desean tener una gran variedad de elecciones para reflejar su estilo de vida (moda deportiva contra clásica), así como su sentido de la moda (nerd hipster contra nerd geek, por ejemplo).

El único lugar donde los relojes inteligentes podrían tener un futuro está en el sector deportivo. El mercado de los relojes para ejercicio está más o menos acaparado por algunos cuantos grandes nombres en este momento, incluyendo a Garmin y Timex. Sin embargo, ninguno ha creado un smartwatch especializado, por lo que existe un espacio para 0una alternativa sólida. La moda y diseño quedan relegados a segundo plano ante la funcionalidad, así que la gente no va a pensar que eres raro por tener una gruesa pantalla en tu muñeca. El MotoActv de Motorola es un reloj inteligente enfocado en el ejercicio y podría llegar a ser muy popular entre los atletas dedicados, pero es dudoso que los deportistas eventuales lleven su smartwatch cuando vayan a trabajar al día siguiente. El rastreador de movimiento Fuelband de Nike es otro ejemplo que ha parecido despegar, en parte porque es muy poco visible en la muñeca. (Nótese que el muy comentado Jawbone UP realmente no es un reloj).

La cuestión de la moda y el estilo es un gran problema para Apple y Samsung. Sabiendo cómo trabaja Apple, si en verdad lanza un iWatch, es probable que sólo sea un reloj que venga en una variedad de colores. La poca imaginativa firma Samsung probablemente sólo copiara al pie de la letra lo que sea que haga Apple. Eso significa que ambos productos, que probablemente tendrán las mismas características que todos esos relojes mencionados anteriormente, atraerán a un subconjunto limitado de consumidores que realmente se identifiquen con su diseño y que crean que se ajustan a su estilo. Ambos son desafíos monumentales, algo que incluso la poderosa Apple sufrirá para conseguir.

CNN