* Oaxaca ocupó el año pasado el segundo lugar nacional en generación de empleos, superado solo por el estado de Nayarit, y el quinto lugar nacional con menor percepción de inseguridad.
* Urge que Murat intensifique de manera permanente la difusión de estos logros, a fin de revertir la deteriorada imagen de algunas áreas de su Gobierno, por la soberbia de sus amigos yupis.
Oaxaca y México son tierra de eterna contradicción. Es cruelmente irónico y paradójico que con vastos recursos naturales y talento de sobra en su gente, no logran desarrollarse plenamente.
Oaxaca continúa como una de las entidades con menor desarrollo económico, sin embargo, el año pasado ocupó el segundo lugar en generación de empleos, superado solo por el estado de Nayarit.
No obstante, mantiene su total dependencia de los recursos aportados por la Federación. El apoyo público se enfocó en actividades primarias, lo que dio oportunidades de trabajo en el campo.
Los otros cuatro únicos estados en incrementar su mercado laboral formal en el 2019 fueron Campeche, Jalisco, Colima y Querétaro. Solo seis de 32 estados libraron el declive laboral.
De acuerdo a la reciente encuesta de la empresa Massive Caller, Oaxaca se posiciona en el quinto lugar nacional con menor percepción de inseguridad, lo que revela que no estamos tan mal.
El Gobernador Alejandro Murat reiteró su compromiso, a través de las vendidas redes sociales:
“No bajaremos la guardia, continuamos dando lo mejor de nosotros por las y los oaxaqueños”.
Reviste carácter indispensable y urgente que el Gobierno de Murat intensifique de manera permanente la difusión de estos logros, a fin de revertir la deteriorada imagen de algunas áreas.
Por culpa de la soberbia de sus amigos yupis, según la encuesta Índice de Aprobación, el mandatario oaxaqueño, se ubica en el lugar número 29 con el 24.3 por ciento de aprobación.
Mucho daño ha hecho a la imagen y resultados de la administración estatal la estúpida guerra a muerte entre los grupos políticos foráneos de los yupis y los funcionarios locales yopes.
Ésta es una verdad incontrovertible sabida por la inmensa mayoría de oaxaqueños y que es, también, indispensable y urgente corregir para reorientar el rumbo y resultados del Gobierno.
La décimo segunda gira de trabajo del Presidente Andrés Manuel López Obrador confirma que hoy por hoy, hay una gran oportunidad histórica para detonar el crecimiento y desarrollo de Oaxaca.
Durante casi un siglo ningún Presidente de la Republica de la mafia del poder del PRIAN se preocupó y ocupó de apoyar el crecimiento y desarrollo de Oaxaca, con visión de futuro.
Por el estancamiento económico, según datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en 2019, México creó 342,077 trabajos asegurados, que representó una caída anual de 48.2%, así como la menor cifra desde 2009 por la crisis económica y financiera, al perderse 171,713 plazas.
El mayor crecimiento anual fue para Nayarit, gobernado por Antonio Echevarría García, de 558.7%, al pasar de 2,051 nuevos empleos en el 2018 a 13,509 puestos en el 2019, informó El Economista.
Es el noveno estado creador nacional de trabajo. Sobresale su dinamismo porque es la economía número 30 en tamaño, con aportación del 0.7% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional.
A Nayarit le siguió el estado de Oaxaca, con una variación de 556.9% al pasar de apenas 390 a 2,562 nuevos asegurados en el Instituto Mexicano del Seguro Social en el periodo de referencia.
A los dos primeros lugares siguieron Campeche, con 70.5% (de 4,924 a 8,395); Jalisco, 19.9% (de 43,132 a 51,699); Colima, 14.8% (de 3,501 a 4,018), y Querétaro, 14.3% (de 27,177 a 31,061).
Los pilares de Nayarit en el mercado laboral son la industria de la construcción y los servicios sociales y comunales, que contribuyen con más de dos terceras partes del total generado.
Según el Presupuesto de Egresos 2019 del estado, la inversión pública ascendió a 1,658 millones de pesos, 114.6% más en relación con los 773 millones aprobados en el año antepasado 2018.
A los 23,223 millones de pesos presupuestados en Nayarit para el ejercicio fiscal anterior, 61.6% se destinó a desarrollo social: educación (8,624 millones) y salud (2,048 millones), y detonó su crecimiento.
A la construcción de vivienda y servicios a la comunidad (1,906 millones), protección social (1,443 millones), cultura (244 millones) y protección ambiental (28 millones), que posicionaron al estado.
Para Héctor Magaña Rodríguez, director del Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tecnológico de Monterrey, en Oaxaca y Campeche esta dinámica derivó del apoyo del sector público.
“Campeche tuvo afectaciones severas en su economía tras la caída en el precio del petróleo, buscó generar oportunidades laborales en otras disciplinas diferentes a la extracción del hidrocarburo. Oaxaca continúa como una de las entidades con menor desarrollo económico y el apoyo público se enfocó en actividades primarias, lo que dio oportunidades en el campo”, señaló.
Jalisco y Querétaro inyectaron certidumbre a los inversionistas extranjeros; el primero apostó por agroindustria y electrónica, particularmente, y el segundo, por los sectores automotriz y aeroespacial. La estrategia de Colima se encaminó en infraestructura portuaria y carretera.
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