* Fortalecer y consolidar la división de poderes, no destruirla, es indispensable por salud pública y supervivencia del Estado de Derecho Democrático y de la Constitución General de la República.
* Con visión de estadista, la virtual presidenta electa Claudia Sheinbaum tiene la oportunidad histórica de impulsar un gobierno semiparlamentario que fortalezca la democracia mexicana.
La Reforma de Estado es el mayor pendiente hacia la verdadera normalidad democrática, no la simple simulación maquillada; mucho menos un golpe de Estado técnico contra el Poder Judicial.
Fortalecer y consolidar la división de poderes, no destruirla, es indispensable por salud pública y supervivencia del Estado de Derecho Democrático y de la Constitución General de la República.
La reforma al PJF, no será integral ni resolverá los problemas actuales. Se requiere reorganizar todo el sistema de justicia en el Estado mexicano, iniciando por las Fiscalías y Tribunales Estatales.
En el marco de los Diálogos Nacionales para la reforma al Poder Judicial permea cada día con mayor fuerza la imperiosa necesidad de ir a la gran y urgente Reforma del Estado Mexicano.
La reforma urgente es al Poder Legislativo, ya que tenemos “representantes”, sin preparación para cumplir con las facultades legislativas, presupuestales y jurisdiccionales y a elevados sueldos.
Con visión de estadista, la virtual presidenta electa Claudia Sheinbaum tiene la oportunidad histórica de impulsar un gobierno semiparlamentario que fortalezca la democracia mexicana.
La ruta de la gran Reforma de Estado a perfeccionar la delineó el genial hombre de Estado Porfirio Muñoz Ledo con las aportaciones de los mayores expertos nacionales y extranjeros en el foxato.
El ministro Javier Laynez, afirmó en Chiapas que el Poder Judicial sí fue, después del régimen de partido único, un órgano que actuó como contrapeso del poder público como lo mandata la Constitución.
El Legislativo no requirió una reforma de gran calado. Bastó que en 1997 y 2000, el partido mayoritario perdiera la mayoría en ambas cámaras y con ello, actuar como contrapeso del Ejecutivo.
Al exponer las inquietudes sobre la reforma al Poder Judicial, durante el cuarto foro insistió en cuestionar que no todo es corrupción entre mil 647 juzgadores y 30 mil abogados en el sistema de carrera.
Durante el Cuarto Foro delos Diálogos Nacionales sobre la Reforma Judicial, ministro de la Suprema Corte de Justicia recordó que el 93% de los delitos son locales y ahí no se está poniendo atención.
El Juez Mario Felipe Mata hizo una dura crítica, apoyándose en datos y experiencias personales. Sin embargo, el Diputado de Morena Ismael Brito, no le permitió terminar su discurso cortándole el audio.
Apuntó que el principal problema no reside en el Poder Judicial federal, sino en las fiscalías y los poderes judiciales locales. Las fiscalías solo llevan a juicio el 0.3% de los casos denunciados por los ciudadanos.
Los poderes Ejecutivo y Legislativo ya ejercen control sobre el Judicial, a través del presupuesto y las designaciones actuales. El papel de los jueces garantiza como árbitros el cumplimiento de la Constitución.
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