* La denuncia nacional e internacional por violación a los derechos humanos, es el mayor instrumento de los medios y periodistas para exigir al Estado y Gobierno mexicano, respeto.
* Urge diseñar una APP que sirva de botón de pánico a los periodistas mexicanos, que se active de inmediato con todas las autoridades cuando exista peligro.
DURANGO, Dgo.- Los medios de comunicación y los periodistas enfrentan graves riesgos con severos golpes en los bolsillos. Felicitaciones a quienes asisten el Congreso de la Confederación Nacional de Empresarios de Medios (Comeme). Especialmente a Jaime Arizmendi González.
Gracias a Dios todos los problemas tienen solución en este mundo. Jamás olvidemos que las crisis son oportunidades de crecimiento, siempre y cuando se tenga la suficiente fuerza de voluntad firmeza de carácter y claridad en las opciones de solución.
Ante la crisis provocada por los Lineamientos Presupuestarios en materia de Difusión y Publicidad necesitamos definir qué hacer y, sobre todo, cómo hacerlo. A mi juicio, tenemos que hacer camino, de la unión por la supervivencia a la unidad gremial, con plena conciencia de clase.
Y la mejor estrategia exitosa tiene que partir de la intensa y permanente capacitación para fortalecer y consolidar la profesionalización del gremio periodístico nacional, pero particularmente de los medios pequeños y medianos, y arribar a la obligada protección y defensa legal.
En este sentido, tenemos que ser más imaginativos y creativos para diseñar de inmediato una APP que sirva de botón de pánico a todos los asociados a la Conferencia Nacional de Empresarios de Medios (Coneme), que se active de inmediato con todas las autoridades cuando exista peligro.
Por supervivencia es vital, por indispensable, promover la formación empresarial con criterio de emprendedurismo para diversificar nuestro trabajo y nuestros servicios periodísticos, por lo que me permito proponer a la Coneme la creación de una Agencia Nacional de Noticias.
El objetivo de la Agencia es retroalimentar a todos nuestros medios con contenidos de calidad, y vender investigaciones especiales conjuntas como las realizadas por The Guardian con Wikileads o Panama Papers del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ).
Demostrar la fuerza nacional de los medios de comunicación en las entidades de la República Mexicana probará, una vez más, que la verdadera prensa nacional está en la provincia mexicana, no solo por la cantidad numérica de los medios, sino ante todo por su calidad de contenido.
A fin de evitar división y enfrentamiento entre el gremio periodístico mexicano, debe excluirse de la Iniciativa de Ley de Protección de los Periodistas de México y del Estado de Oaxaca la inclusión del Fondo de Apoyo Económico, que se ha convertido en botín en otras entidades, y constituir un fondo gremial propio.
¿Qué más tenemos qué hacer y, sobre todo, cómo, para obligar pacífica y civilizadamente al Estado y Gobierno mexicanos a otorgar convenios de publicidad con mayor equidad y proporcionalidad, en un acto de estricta justicia distributiva?
No buscamos dádivas ni privilegios, porque el presupuesto no es dinero del Gobierno federal, sino del pueblo bueno y sabio, por lo que en la valoración de nuestros medios por encima de la numerología de las visitas, se debe atender los valores intangibles de la credibilidad y confianza.
Es imperioso establecer alianzas estratégicas amplias, nacional y globalmente, con organizaciones defensoras de la Libertad de Expresión y de Prensa, como las Comisiones Estatales y Nacional de Derechos Humanos, ONU-Derechos Humanos, Artículo 19 y Human Rights Watch.
Con respeto a los puristas y políticamente correctos, a nuestro leal saber y entender el único contrapoder y contrapeso legal y humano contra los Tres Poderes erigidos constitucionalmente, son los diversos medios de comunicación, impresos, electrónicos y digitales.
La denuncia nacional e internacional por violación a los derechos humanos fundamentales a la libertad, a la vida y a la dignidad humana, es el mayor y mejor instrumento que tenemos los medios y los periodistas para exigir al Estado y Gobierno mexicanos, respeto a nuestro trabajo.
El Frente Estatal por la Defensa de los Periodistas Oaxaqueños (FEDPO) logró unir, no unificar, a nueve de las once organizaciones periodísticas, y el año pasado ganamos un Juicio de Amparo al Congreso del Estado para ser oídos en nuestra demanda de legislar por la defensa y protección del gremio.
Es vital impulsar reformas constitucionales en el Congreso de la Unión y los Congresos de los Estados para aprobar leyes que reconozcan al ejercicio periodístico como sujeto de interés público, así como proteger y defender los nueve derechos fundamentales de los periodistas.
El primer derecho debe reconocer de manera obligatoria “al ejercicio del periodismo como una actividad de interés público que debe ser protegida y tutelada por los diversos órdenes de gobierno”. Es decir, el periodismo debe ser sujeto, no objeto de interés público.
Otros derechos, son: a la protección cautelar, la libertad para acopiar información; el secreto profesional; la cláusula de conciencia; la capacitación profesional continua.
Asimismo, el acceso a los sitios físicos donde se esté generando información de interés público, el acceso a las fuentes y archivos de entidades públicas; derechos de autor, con la acotación que en caso de duda se privilegiará el interés público.
Para evitar discusiones bizantinas es imperioso precisar quién es periodista: Para efectos de la Ley de Protección de los Periodistas del Estado de Oaxaca y de México, se debe entender por Periodista:
La persona física, así como medios de comunicación y difusión públicos, comunitarios, privados, independientes, universitarios, experimentales o de cualquier otra índole, cuyo trabajo consiste en recabar, generar, procesar, comentar, opinar, difundir, publicar o proveer información, a través de cualquier medio de difusión y comunicación que puede ser impreso, radioeléctrico o digital, que hace del ejercicio de las libertades de expresión y de información su actividad principal y remunerada.
El Primer Congreso de la Conferencia Nacional de Empresarios de Medios (Coneme), es ocasión propicia para dejar muy en claro que los periodistas no somos enemigos del Estado y Gobiernos mexicanos, sean del partido que sean, menos somos enemigos de la delincuencia organizada.
Y no lo somos por la simple y sencilla razón que no somos quienes les traicionamos, porque no somos sus socios ni sus cómplices. Con temeraria audacia propongo que para evitar que ante los atentados y asesinatos descalifiquen nuestro trabajo nos hagamos exámenes antidoping.
alfredo_daguilar@hotmail.com
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@efektoaguila