El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) denunció hoy que más de 400 niños han muerto y otro tanto permanecen detenidos de manera arbitraria en Siria, muchos de ellos bajo tortura y abusos sexuales.
La portavoz de UNICEF, Marixie Mercado, dijo que la organización hace un llamado a las autoridades sirias para que detengan la violencia contra los niños, en particular en la oriental Homs.
Los niños han sido los más afectados en los 11 meses de enfrentamientos entre opositores y tropas del régimen sirio, sobre todo en los recientes días con los intensos bombardeos a Homs, adonde “no tenemos acceso”, lamentó Mercado.
Pese a esa falta de acceso, dijo que reportes confiables describen la situación de los infantes, y llamó al gobierno sirio a proporcionar a los heridos acceso inmediato e incondicional a atención médica especializada.
“Esto tiene que parar. Un niño muerto por la violencia es demasiado”, añadió a la prensa al recordar las palabras del director ejecutivo de UNICEF, Anthony Lake.
Por su parte la jefa de prensa de la ONU Corinne Momal-Vanian dijo que el organismo multilateral no puede precisar si la situación en Siria equivale a una guerra civil o no.
“No es el papel de la ONU definir si es una guerra civil o no, lo que ha dicho el secretario general (Ban Ki-moon) es que la violencia ha escalado en Homs y debe parar, no importa como lo llames, la violencia tiene que parar”, subrayó.
Al ser cuestionada sobre las leyes internacionales que rigen los conflictos armados aunque sean internos, Momal-Vanian reiteró que las fuerzas de seguridad sirias deberán rendir cuentas por actos de violencia que han perpetrado contra la población civil.
Además, indicó que la situación se torna más difícil pues es imposible evaluar la situación real ya que los organismos de la ONU no tienen acceso a las zonas más castigadas y por lo mismo descartó la creación de un corredor humanitario.
“Instamos a las autoridades sirias para que permitan la ayuda a todos aquellos que lo necesitan desesperadamente”, concluyó.
Agencias