Una profunda fractura divide a Egipto

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En una mezquita de El Cairo, a donde el presidente Mohamed Mursi acudió el viernes a rezar, el clérigo ofreció en su homilía una justificación de la política del jefe de Estado.

En referencia a la controvertida declaración constitucional de Mursi, en la que por decreto el mandatario blinda su poder ante la acción de la Justicia, el clérigo señaló que después de todo en el primer país islámico dirigido por el profeta Mahoma tampoco había división de poderes.

Pero esos agasajos fueron demasiado para algunos fieles en la mezquita. Un reportero del portal de noticias de Egipto Youm7 indicó que algunos de los fieles le replicaron y le gritaron consignas contra la declaración constitucional.

Mursi señaló posteriormente que algunas partes de la homilía no las había entendido. No quería que le acusaran de dejarse comparar con el profeta del Islam. Pero no todos los clérigos islámicos de Egipto comparten los objetivos de los partidos que se basan en la religión.

Incluso algunos clérigos se oponen a los planes de los Hermanos Musulmanes y de los radicales salifistas, como es el caso del renombrado Instituo Al Azhar Islam. El jeque Mohamed Abula Nasr, el presidente del Frente de los clérigos Azhar por un Estado civil, se mostró en su homilía del viernes a favor de los manifestantes en la plaza Tahrir.

Además instó a Mursi a dimitir “antes de que la situación estalle”. Asimismo acusó a los islámicos de ser unos capitalistas corruptos, igual que los que se beneficiaban del anterior régimen con el presidente Hosni Mubarak.

Un destacado clérigo egipcio exiliado en Qatar, el jeque Yusif Al Karadavi, dijo al canal de noticias árabe Al Jazeera que al emir de Qatar le corresponde difundir su mensaje religioso. Al Karadawi respalda así el borrador de la Carta Magna que presentan los islamistas.

Estas palabras no han sorprendido a los rivales, pues señalan que el jeque es un clérigo de la corte del emir qatarí, que cuenta con el apoyo político y económico de los Hermanos Musulmanes. Los partidos de la oposición buscan entre tanto una estrategia para hacer fracasar el borrador de la Carta Magna. Tienen claro que con las manifestaciones no es suficiente para conseguirlo.

Es por ello que ahora barajan la posibilidad de boicotear el referéndum que seguirá. La adopción a toda prisa de este proyecto, que llevaba meses estancado, llega en plena crisis política sobre los poderes presidenciales reforzados que Mursi se otorgó la semana pasada.

Mursi tenía, hasta ahora, el control del Poder Ejecutivo y Legislativo, pues elParlamento había sido disuelto por la Junta Militar dos días antes de la segunda vuelta de las presidenciales, en aquella etapa transitoria en la que asumieron el mando.

El mandatario, que ganó con casi un 52% de los votos en la segunda vuelta de las elecciones, renunció a su militancia en los Hermanos Musulmanes tras conocerse su triunfo en los comicios.

Mursi es, por tanto, el primer civil que accede a la presidencia y el primer jefe de Estado elegido en unas elecciones democráticas en la historia de Egipto, aunque no debe subestimarse el poder de los militares en un país que desde 1953, tras la caída de la monarquía, ha sido dirigido por generales.

Agencias