Un artefacto casero, elaborado con una bombona de camping-gas, ha estallado en la basílica de El Pilar de Zaragoza a las 13.50 causando daños materiales en los bancos de la vía sacra y desprendimientos de escayola del techo. En el momento en que estalló el explosivo, había en el templo varios fieles y alumnos de colegios de Zaragoza y de Valladolid que realizaban una visita guiada. Solo una mujer ha sufrido daños en el tímpano.
Nada más producirse la explosión, los TEDAX (Técnico Especialista en Desactivación de Artefactos Explosivos) y la policía científica cerraron el templo, la plaza de El Pilar, los aparcamientos subterráneos y el paseo posterior a la basílica. Los artificieros han inspeccionado el lugar y los alrededores y han abierto parte de la zona a las cuatro de la tarde.
Los TEDAX han descartado la presencia de un segundo explosivo. Tras conocerse lo ocurrido, Emergencias ha recibido llamadas que informaban de la colocación de otros artefactos explosivos en varias zonas de la ciudad, que finalmente han resultado ser falsas, según han informado fuentes de la Delegación de Gobierno. “Es obra de unos locos”, han añadido las mismas fuentes.
El explosivo es similar a otros que estallaron en la catedral de La Almudena en Madrid el pasado mes de febrero y que fue atribuido a grupos radicales de izquierda. Las autoridades no quieren dar mayor importancia a lo sucedido, pocos días antes de que comiencen las fiestas patronales de Zaragoza, que arrancan el próximo fin de semana y que tendrán su momento de mayor proyección religiosa el próximo 12 de octubre, con la multitudinaria ofrenda de flores a la Virgen de El Pilar.
El Ayuntamiento de Zaragoza, que ha condenado de forma contundente los hechos, ha informado de que el templo volverá a abrir mañana, una vez que haya concluido la limpieza de los daños provocados por la explosión. De hecho, este jueves se celebrará, tal y como estaba previsto, el funeral por el exalcalde José Atarés, fallecido la semana pasada.
El País.es