Confieso que no soy un lego en materia arquitectónica ni ambiental y menos aún en urbanismo. Tampoco me distingo por ser un hombre altamente letrado, o por poseer un acervo cultural apabullante. Sin embargo, tengo como vocación contrastar opiniones encontradas y adoptar una postura convincente y equilibrada para mi. No pretendo exaltar ni caer en el culto a la personalidad de nadie. Sólo doy una opinión frente a una polémica que parece interesada, un tanto ociosa, y que desorienta a nuestros hermanos oaxaqueños.
La Velaria del Cerro del Fortín, o mejor dicho, sobre el Auditorio Guelaguetza, ha sido descalificada con ligereza y, por tanto, parece más un juicio con carga política que sustentado. Pero bueno, eso es otro rollo. El Cerro de la Bella Vista –como se le llamó siempre a la colina que hoy atestigua en cada Lunes del Cerro nuestra cultura diversa y vocación turística-, vio nacer y celebró por casi 40 años el Homenaje Racial a (y de) los oaxaqueños en la Rotonda de la Azucena, espacio adaptado en el Fortín para tal propósito. Qué incluso en su origen fue más para la exaltación de nuestros valores culturales que para la atracción de visitantes.
Gracias al incalculable conocimiento y profesionalismo generoso de Jorge Bueno logré entender –entre muchas otras cuestiones vinculadas a la riqueza cultural de Oaxaca-, que el arquitecto constructor del auditorio en el que celebramos nuestra principal festividad anual se inspiró en las Ágoras (plazas públicas o espacios abiertos) de la Cultura Griega y, por tanto, acicateó mi curiosidad para indagar en la antigüedad. Encontré por ejemplo, que el Coliseo Romano contaba con una cubierta de tela desplegable accionada mediante poleas. Primero confeccionada con tela de vela y después sustituida por material más ligero: lino. Este velario se apoyaba en un entramado de cuerdas y cada sector de tela podía moverse por separado de los de alrededor, siendo accionados por un destacamento de marineros de la Flota Romana.
Pompeya, otra ciudad de la Antigua Roma que fue enterrada por la violenta erupción del Vesubio en agosto del año 79 d. C., es ahora una moderna Ciudad que forma parte de la provincia de Nápoles, es una vasta zona arqueológica, es parte del Parque Nacional del Vesubio, se ha convertido en un destino turístico popular de Italia y el mundo, y fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 1997. Pero qué creen?¡ Al final de la Vía de la Abundancia se levanta el Anfiteatro de Pompeya edificado alrededor del año 80 a. C., que en su parte superior aún deja ver los orificios destinados a alojar las sujeciones del velario, un toldo gigante que se extendía para proteger a los espectadores del sol y la lluvia. Este espacio fue escenario en 1971 de un concierto de Pink Floyd.
Pero más cerca de nosotros, el Siglo pasado, es decir la época actual, atestiguó la construcción del Estadio Olímpico de Múnich, Alemania, destinado a celebrar los Juego Olímpicos de 1972 y la Copa Mundial de Fútbol de 1974, con una extraordinaria cubierta textil que fue ampliamente aplaudida, antes que rechazada.
Más recientemente todavía, se adaptó una enorme velaria al Georgia Dome, estadio de Fútbol Americano de la Ciudad de Atlanta, Georgia, EUA, sede de importantes juegos de la NFL, la NCAA e incluso de la edición más reciente de WrestleMania (evento de lucha libre profesional de pago) en abril del 2011.
El Estadio Ciudad de La Plata (antes Estadio Único) ubicado en Tolosa, municipio de La Plata, Argentina, fue inaugurado en una primera etapa en junio del 2007 y concluido en febrero del año en curso, es considerado uno de los más modernos de América Latina. Entre las modificaciones recientes, se consideró de fundamental importancia la construcción de la techumbre tipo velaria. Este año es ya la sede principal de la Copa América de Fútbol. En 2011 ha sido escenario de conciertos de la banda irlandesa “U2” y el grupo británico “Muse”, además de tener programados recitales de “Aerosmith28” y de Guns N’ Roses29”.
Finalmente, para dejar las lejanas tierras europeas de la antigüedad o la época moderna y parte de la América de hoy, damos algunos ejemplos de velarias en México: El órgano informativo del Plantel Oriente del CCH (UNAM) explica orgulloso: “Nuestra explanada, actualmente acondicionada con una Velaria de grandes dimensiones, sigue como el mejor referente para el trabajo académico, de investigación, de manifestación artística y deportiva, de compromiso social y político; como un espacio para el encuentro casual, amistoso y amoroso…”, subrayando, “Por todo ello, sigamos entusiasmados con esta obra monumental que seguirá enriqueciendo la vida … de una escuela comprometida con el quehacer universitario…” También observamos la colocación de velarias más modestas en la explanada de recursos humanos de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa.
Aplaudida por toda su comunidad, por considerarle un recinto para la cultura y el turismo, “La Velaria” de la bella Ciudad de Durango recibió recientemente al Tenor más prestigiado del mundo: Placido Domingo. Este espacio multifuncional, casi al aire libre, consiste en un domo sin paredes, tiene un seductivo diseño según los distintos medios que difundieron su estreno.
Con estos elementos, sólo me surgen dos preguntas: porqué no ponderamos desinteresadamente una obra como la velaria del Auditorio Guelaguetza, que está fuera del perímetro del Centro Histórico y que se pensó (eso creo) para halagar y proteger de los letales rayos solares y la lluvia cada día más abundante a oaxaqueños y al cada vez más numeroso turismo? En qué pensó el Maestro Francisco Toledo –autor de “pinturas” aberrantes de pitos y animales ponzoñosos-, cuando protagónicamente inició la campaña contra una obra benéfica para la Ciudad Capital?
En todas las obras comentadas participaron connotados Arquitectos e Ingenieros, respaldados por sus Colegios y/o Asociaciones prestigiadas en el ámbito universal.
Me anticipo a la innecesaria consulta popular y digo: va mi voto por la velaria.