Están por cumplirse dos años de haber tomado posesión como diputada federal y representante de las y los oaxaqueños en el Congreso. Han sido meses de intenso trabajo en el que he puesto todo mi empeño, pasión y energía en mejorar sus condiciones de vida y dar respuesta a sus demandas más sentidas.
En este tiempo, he recorrido las regiones de nuestra tierra para escuchar de viva voz lo que hace falta en cada comunidad que he visitado. He trabajado hombro a hombro con nuestro gobernador Alejandro Murat y con autoridades municipales a lo largo y ancho del estado, gestionando las mejores soluciones para las necesidades más apremiantes de nuestra gente.
En ese andar, hemos tenido la oportunidad de entregar importantes resultados en materia de gestión social, dentro de la que se cuenta: obras de infraestructura en todo el estado; techado y construcción de aulas y plazas cívicas de escuelas a nivel primaria y secundaria; así como la entrega de proyectos productivos y apoyos provenientes de programas federales.
Tan sólo en el primer año logramos etiquetar recursos federales por 272 millones 900 mil pesos. Y este año hemos entregado ya obras por alrededor de 70 millones de pesos.
Con estos recursos se financiaron obras tan importantes como el parque lineal de Tehuantepec; el panteón municipal de Salina Cruz; la unidad deportiva de Chicapa De Castro y la rehabilitación de los parques municipales de Ejutla y Zimatlán.
En el ámbito legislativo he propuesto y suscrito un total de 10 iniciativas, centradas fundamentalmente en las personas que mayor atención requieren, derivado de las condiciones de desigualdad que siguen padeciendo aún en nuestros días. Me refiero a mujeres, indígenas, personas con discapacidad y migrantes.
Así, entre las reformas más importantes que he propuesto en estos dos años, se encuentran las siguientes:
Para que pueblos y comunidades indígenas tengan pleno y equitativo acceso a la justicia, propuse una reforma al Código Nacional de Procedimientos Penales para que se consideren sus costumbres, idioma e idiosincrasia cuando formen parte de un proceso penal, como víctimas o inculpados. Asimismo propuse reformar la Ley Federal del Derecho de Autor, para que su valioso patrimonio cultural deje de ser explotado por personas ajenas a sus comunidades, que se reconozca su titularidad sobre él y que su uso comience a redituarles beneficios económicos cuando estos se generen.
Para combatir de manera frontal y eficiente la violencia contra las mujeres, presenté una iniciativa de reforma constitucional para que el Congreso tenga la facultad de expedir una legislación general en la materia. Esto principalmente para que los tipos penales de violencia contra las mujeres sean uniformes en todo el país y sea más fácil perseguirlos y castigarlos.
También suscribí una iniciativa en materia de violencia política de género, para que las mujeres que sean violentadas en el ámbito público, cuenten con herramientas idóneas para defenderse y no tengan que desistir de sus aspiraciones políticas.
Asimismo, propuse reformas en materia penal para que se contemplen las circunstancias particulares de las personas que cometen delitos y que por su grado de vulnerabilidad, requieren un tratamiento especial, ya que muchas veces son esas circunstancias las que les orillan a delinquir y se ven notoriamente agravadas durante su detención, procesamiento y reclusión. Hablamos de personas que viven en condiciones de pobreza y exclusión social; mujeres embarazadas o que tienen hijos e hijas lactantes; o son las únicas o principales cuidadoras de menores de edad, adultas mayores, con enfermedades graves o con discapacidad.
Estos son sólo algunos de los resultados que hemos obtenido en los primeros dos años de trabajo en beneficio de las y los oaxaqueños. Sin embargo, sueño con poder hacer mucho más por mi estado y por su gente. Es por ello que continuaré trabajando y creando sinergias con nuestro Gobernador Alejandro Murat, para seguir construyendo la “gran transformación oaxaqueña” que impulsa su visión de gobierno.
Desde esta trinchera como legisladora, con la fuerza que me da el ser una oaxaqueña forjada en la cultura del esfuerzo, plenamente identificada con la realidad que vive el Estado, cercana a las voces istmeñas, mixtecas, vallistas, costeñas, serranas, de la cuenca y de la cañada, que en mi caminar he escuchado y en las que me he encontrado, las y los oaxaqueños cuentan conmigo para dar a Oaxaca las alas de la justicia social que nos permitan ser quienes somos y ocupar el sitio que nos corresponde en la historia.