El suboficial Pedro Fernández López recorre habitualmente las calles de la colonia Reforma, zona de la capital que pertenece al sector 3 de la Policía Vial, el cual tiene a su cargo.
“Para mí es un orgullo portar la camisola de la Policía Vial y servir a la ciudadanía”, asegura el suboficial cuyo semblante refleja el compromiso de quien sin importar las largas jornadas bajo el sol o la lluvia, ha sabido cumplir su responsabilidad con la sociedad.
“El miércoles cumplí 23 años de servicio y ese día me enteré de este reconocimiento que me emociona mucho, pues es muestra de que son los hechos, las buenas acciones, es lo que te hace ganarte un lugar en la vida”, aseguró.
Emocionado y nervioso por esta distinción, el suboficial Pedro Fernández narra los diferentes retos que tuvo que enfrentar para avanzar desde policía raso, ascender a policía tercero, segundo y primero, hasta ser suboficial.
Don Pedro Fernández es uno de los fundadores de la policía metropolitana en el año de 1991, desempeñó la función de seguridad pública con responsabilidad, hasta que un año después descubre su vocación por ser Policía de Tránsito, incorporándose a la entonces dirección de Tránsito Metropolitano, corporación a la cual ha servido con pasión y esmero durante más de dos décadas.
El suboficial recuerda aquel tiempo en que la Comandancia de Policía Vial estaba en el edificio aledaño al mercado zonal de Santa Rosa. “Empezamos 25 elementos bajo el mando de Felipe Reyna Romero, en aquel tiempo cuando el ingeniero Lino Celaya Luria era Presidente Municipal”
“Le echábamos muchas ganas, eran pocas patrullas, había carestías pero todos teníamos la vocación de servicio, el ánimo de trabajar y afortunadamente la situación mejoró y actualmente somos una corporación equipada que cuenta con el apoyo de la autoridad municipal”, enfatizó.
En este sentido, hizo un llamado a sus compañeros y a la sociedad para fortalecer la tolerancia y empatía en cada una de sus actividades, tanto profesionales como ciudadanas.