Un nuevo modelo de ciudadano (IV): Ricardo Coronado Sangines*

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06-SANGINESHemos plateado que, en la construcción de un muevo modelo de ciudadano es imprescindible que éste, este dotado de un fuerte sentido de pertenencia a una sociedad, que se haya apropiado de la idea de colectividad y que se reconozca a si mismo al reconocer al otro, en esta lógica todo aquello que entendemos como valores humanos universales cobran sentido.

Sin lugar a dudas en nuestra concepción de un nuevo ciudadano, que a la postre construya una nueva sociedad, esta implícita la idea de que una nueva actitud debe ser producto de retomar valores que se han ido diluyendo en los individuos, es causa que, a un tiempo, es consecuencia, pero como hemos establecido ninguno de estos valores como la honestidad, la responsabilidad, la generosidad, etc. tiene sentido si no cambiamos el paradigma del individuo como centro de toda razón.

Imaginemos una sociedad constituida por ciudadanos con un amplio sentido de la colectividad, seguramente habría un alto grado de empatía en cada individuo social (definida esta como:  “Identificación mental y afectiva de un sujeto con el estado de ánimo de otro”. Diccionario de la Real Academia Española) lo que nos llevaría a tener una sociedad aceptablemente armoniosa, en la que en los gobernantes y tomadores de decisiones prevaleciera en primer término la idea del bienestar de la mayoría. ¿Suena utópico? ¿Se antoja poco probable? Desde una visión simplista sí, sin embargo esta mas cerca de lo que nosotros creemos.

Inclusive la idea de reencontrarse con lo social esta siendo considerada como tendencia por algunas empresas como modelo de negocio, aquí retomo lo expresado hace algunos meses por el Mtro. Roberto Cardiel, Vocal Ejecutivo de la Junta Local del INE en Oaxaca, en el marco de los conversatorios organizados por la agrupación Acento Democrático (@AcentoDem) que planteaba a los asistentes revisar y eventualmente adoptar lo propuesto en la Teoría del Valor Compartido atribuida al investigador de la Universidad de Harvard Michael Porter que establece este modelo como: “un camino que tienen las grandes empresas privadas para conducir una ola de crecimiento que traiga beneficios económicos, ambientales y sociales. Porter asegura que las empresas deben redefinir sus estrategias para no solo generar riqueza a sus accionistas, sino también a la sociedad como un todo.” (Portal del INCAE Business Schoool).

Si bien esta teoría plantea beneficios para la sociedad a manera de retribución por lo recibido de ella, en el fondo tiene la intención de reivindicar la percepción que los consumidores tienen sobre las grandes cadenas comerciales sobre explotación laboral, competencia encarnizada por la máxima utilidad, etc. En otras palabras puede expresarse como lo estratégicamente correcto para llegar al fin último de toda empresa. El beneficio colectivo motivado por el pragmatismo más que por vocación. Claro que si tuviéramos que elegir entre el modelo clásico de la máxima utilidad sin beneficio colectivo o el modelo del valor compartido, sin duda preferimos la segunda opción.

 Así pues, comentaba el Mtro. Cardiel, los partidos políticos, los funcionarios gubernamentales y los tomadores de decisiones podrían adoptar esta visión del valor compartido para lograr sus objetivos y a un tiempo generar beneficios para la colectividad, parecería acertado para un primer momento de acercarse a un nuevo modelo de ciudadano. Es relevante proponer nuevas formas de entendimiento social, nuevas formas de organizar nuestra convivencia.

Lo que estas líneas plantean es ir mas al fondo, que estos cambios provengan de lo mas interno de las personas, por convicción, de nuestra cultura en el mas amplio sentido de la palabra, del fin del paradigma unipersonal y del amanecer del “nosotros”, del uno que somos todos.

*Presidente del Consejo Estatal del Movimiento Ciudadano

Twitter: @ricardosangines