Marcelo Pesseghini, de 12 años de edad, mató a sus padres, abuela y tía y al volver del colegio se quita la vida.
Fuentes policiales apuntan a que Marcelo disparó a cada víctima en la cabeza en la madrugada del lunes 5 de agosto del 2013 en Sao Paulo, Brasil.
La policía continúa con las investigaciones pero el comandante Benedito Roberto Meira tiene todos los indicios de que se trata de un asesinato-suicidio por parte del menor de la familia.
El comandante afirma que todas las víctimas murieron por un disparo en la cabeza con una pistola del calibre 40, propiedad de la madre del niño. Además, el informe también revela que encontraron en la mochila del menor otro revólver del calibre 32.
El arma propiedad de Andrea Regina, madre del niño, fue encontrada bajo el cuerpo de Marcelo Eduardo, por lo que las investigaciones apuntan a un posterior suicido, ya que el disparo fue hecho en el lado izquierdo de su cabeza y el niño de 12 años era zurdo.
Fuentes policiales informan que no encontraron ningún tipo de señales de que la cerradura de la vivienda haya sido forzada, descartando cualquier acto de saqueo o venganza, aun así siguen abiertas más líneas de investigación.
Después asistió a la escuela
La policía a través de imágenes captadas cerca del colegio ha comprobado que Marcelo asistió a clase el mismo día del crimen con el coche de la familia.
Además, en la mochila del muchacho encontraron notas en su cuaderno confirmando que había ido ese día a clase.
«Él siempre me decía que quería ser un asesino a sueldo y tenía un plan para matar a sus padres durante la noche, para que nadie se diera cuenta y escapar a un lugar abandonado», informa uno de los amigos de Marcelo que ha sido citado a declarar.
La policía queda todavía por determinar cuándo fue la hora exacta en la que se produjo el crimen.
Agencias