Comunicado
22:04 Para garantizar un adecuado manejo, recolección y disposición final de los Residuos Peligrosos Biológico Infecciosos (RPBI), en las unidades de médicas pertenecientes a los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO), la institución capacita permanentemente al personal con el propósito de cumplir con la normatividad vigente en este rubro y evitar así posibles daños a la salud de la población.
Así lo señaló el Subdirector General de la dependencia, Armando Altamirano Jiménez, quien precisó en la entidad esta actividad es supervisada por las jefaturas jurisdiccionales desde su ámbito de responsabilidad, así como por las unidades de Vigilancia Epidemiológica en los hospitales.
Detalló que dichos residuos se generan durante las actividades asistenciales de la población en las unidades hospitalarias, que por el contenido de sus componentes puedan representar un riesgo para la salud y el ambiente, de ahí la importancia de tratarlos rigurosamente.
“Tales como la sangre, los cultivos y cepas de agentes biológico-infecciosos, los objetos punzo-cortantes, fluidos, tejidos, órganos, entre otros”, apuntó.
En ese sentido, refirió que los SSO trabajan conjuntamente con la empresa “MEDAM”, para realizar la separación, envasado, almacenamiento, recolección, transporte, tratamiento y disposición final de los Residuos Peligrosos Biológico-Infecciosos que se generan en los centros de salud y nosocomios de la institución.
Dentro de los cuales están incluidos 13 hospitales generales, 15 hospitales comunitarios, siete Centros de Salud con Servicios Ampliados (CESSA), 25 unidades de primer nivel, un Centro de Oncología y Radioterapia, el Centro Estatal de Transfusión Sanguínea (CETS), el Centro Ambulatorio para la Prevención y Atención del Sida e Infecciones de Transmisión Sexual (CAPASITS), así como el Laboratorio Estatal de Salud Pública (LESPO).
Por lo que la institución mantiene especial énfasis en las recomendaciones que emite la Procuraduría Federal para la Protección al Ambiente (PROFEPA), para el mejoramiento del medio ambiente y prácticas sanitarias adecuadas.
Asimismo dijo existen otras 705 unidades médicas de primer nivel, consideradas como micro-generadoras de estos residuos, en virtud de que producen pequeñas cantidades de RPBI y se ubican en localidades rurales alejadas.
Recalcó que el 85 por ciento de los residuos que se generan en una unidad médica son basura municipal y sólo el 15 por ciento es considerado como RPBI, y que para cumplir con la obligatoriedad en el manejo adecuado de estos, se implementó el procedimiento difundido por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) en el 2009.
Altamirano Jiménez, destacó que dentro de los SSO la Subdirección General de Servicios de Salud, la Dirección de Asuntos Jurídico, la Dirección de Regulación y Fomento Sanitario, la Unidad de Recursos Materiales y Servicios Generales y la Dirección de Atención Médica, se encargan de vigilar el cumplimiento de la Ley en materia de dichos residuos en las unidades médicas,
Asimismo impulsa acciones encaminadas a mejorar los procesos institucionales al respecto, áreas que constantemente han buscado y mantenido una coordinación estrecha con las Delegaciones Estatales de la SEMARNAT y PROFEPA, afirmó.
“En los SSO estamos comprometidos y estaremos atentos para detectar oportunamente desviaciones, frecuentemente administrativas, en que incurren las unidades de salud para su corrección inmediata, coadyuvando con ello al cumplimiento de la obligación institucional de conservar el medio ambiente”, concluyó el funcionario.