A lo largo y ancho de todo el país se les conoce como “Juniors”. Son los hijos de los ricos del país. Ellos son los intelectuales de las modas y principalmente de las marcas de autos, de ropa, perfumes…
Sus casas, regularmente, son de altos muros, vuelan en aviones privados y poco contacto tienen con la gente. No saben de la pobreza ni de las necesidades del pueblo.
Tan lejos viven del mundo de donde vivimos los hombres de a pie, que no se dan cuenta que debajo de ellos hay un mundo que lucha todos los días por brincar la miseria y la violencia de hoy.
Por primera vez en Oaxaca, un junior está en la lupa desde que los diputados locales trabajaron para congraciarse con José Murat Casab, exgobernador de Oaxaca.
Pocos oaxaqueños sabían de la chamba que le habían hecho a Murat: una reforma a la Constitución de Oaxaca para que todo aspirante a la gubernatura, aun no nacido en la entidad, pudiera serlo con tres años de residencia.
Cuando la Suprema Corte de Justicia de la Nación, echó atrás el juego de estos diputados serviles, el escándalo fue mayúsculo y toda la entidad se enteró, pues la Carta Magna federal, establece una residencia mínima de cinco años antes del día de la elección para los no nacidos en un Estado.
Los diputados alteraron nuestra Constitución para quedar bien con su patrón Murat. ¡Qué vergüenza! Lo que hicieron los diputados locales de la 62 legislatura, nos lo recuerdan los columnistas nacionales cada que hablan de los Murat.
Pero este era uno de los caminos de Nelson Murat, que tenía calculado para allanarle el camino a su hijo. Si le fallaba lo de los diputados locales, le tenía otros preparados.
La decisión del PRI por el junior Alejandro Murat, estuvo muy lejos del sentir de los oaxaqueños que están hasta el gorro de soportar a los gentlemans. (José Murat es un gentleman).
Así como ha habido gentlemans, también ha habido Ladys: #LadyProfeco, #LadyProle, #LadyPioja, #LadyChiles, #LadyPolanco, #LadySenadora, entre otras.
Un gentleman es un hombre de clase privilegiada y con poder inmenso. Pueden decidir sobre el pueblo y agredir al mismo pueblo que no es de su clase.
Es lo que hicieron los gentlemans y las lady priístas el 2 de febrero. Cerraron el camino más importante que ocupan diariamente miles de personas para llegar a su trabajo. Los priístas, para ovacionar a su candidato y presumir su fuerza, impidieron el paso a miles de trabajadores. Ese movimiento no tuvo ninguna diferencia con los movimientos que hacían los de la sección 22, por eso eran tan odiados.
Si Alejandro Murat llega a la candidatura sin ningún obstáculo ni bache en el camino, ¿en qué papel va a quedar la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ante México y el mundo? Seguramente será el hazmereír de todos.
José Murat, nunca tuvo un proyecto político para sus hijos, de otra manera, los hubiera puesto a estudiar en escuelas oaxaqueñas o los hubiera criado en cualquier punto de la entidad.
El gentleman José Murat, siempre presumió a los oaxaqueños de hacer las cosas “con visión de futuro”, pero nunca tuvo eso para su familia.
La semana pasada, Joaquín López Dóriga, entrevistó a Alejandro Murat, donde éste sólo habló de su curriculum pero nada de Oaxaca. Y contó lo que un día le dijo su padre: “…te voy a dar el regalo más grande: la educación, porque con educación puedes tener criterio propio para tomar tu destino.” Estas palabras reflejan que el gentleman Murat, nunca tuvo un proyecto político oaxaqueño para su hijo, de otra manera lo hubiera criado aquí, por eso desconoce lo que significa ser oaxaqueño.
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