Turquía acusó ayer al gobierno de Siria de estar vinculado a un doble atentado con coche bomba en la ciudad meridional turca de Reyhanli, que dejó al menos 45 muertos y más de un centenar de heridos.
“Se ha determinado qué organización que ha cometido la acción y a las personas conectadas. Los atacantes están vinculados al régimen sirio”, afirmó en un comunicado el ministro turco del Interior, Muamer Guler.
El viceprimer ministro turco, Besir Atalay, precisó por su parte que “se ha determinado que los atacantes están vinculados con la Mujabarat”, el servicio de inteligencia sirio.
El doble atentado con coche bomba se produjo a las 13:45 locales, cerca del ayuntamiento y la oficina de correos de Reyhanli, ciudad de 60 mil habitantes situada en el sur de la provincia mediterránea de Hatay y a ocho kolómetros de la frontera siria.
Las explosiones causaron una enorme devastación, hicieron que se desplomara un edificio y dañaron de forma importante las citadas sedes administrativas.
El gran número de heridos en estado grave, alrededor de la treintena, hace temer que la cifra de muertos pueda ascender, lamentaron las autoridades sanitarias.
Otro viceprimer ministro turco, Bulent Arinc, dijo que “los refugiados sirios son un objetivo del régimen de Al Asad” y que “Reyhanli no ha sido escogido por casualidad”.
“Nuestro criterio es que la Mujabarat y otras organizaciones militares del régimen son los sospechosos habituales en la planificación y la ejecución de estos planes diabólicos”, recalcó.
Arinc aseguró que si se prueba que el gobierno del presidente sirio Bachar Al Asad, “está detrás de esto”, Turquía hará “lo que sea necesario”.
El canciller turco Ahmet Davutoglu, advirtió desde Berlín, donde se encuentra en viaje oficial, que “nadie debería intentar poner a prueba el poder de Turquía”.
Davutoglu agregó que las explosiones tuvieron lugar para desviar la atención de los últimos esfuerzos para resolver la crisis en Siria.
En ese sentido se expresó el canciller de la Autoridad Nacional Palestina, Riad Malki, al asegurar, desde Panamá”, que “tal vez” sus autores quieran impedir la conferencia internacional sobre Siria para poner fin al conflicto interno.
Turquía acoge a más de 300 mil refugiados sirios, la mayoría de ellos en campamentos distribuidos a lo largo de sus 900 kms. de frontera con Siria.
El atentado se produce a pocos días del encuentro —el próximo jueves— en la Casa Blanca entre el presidente estadunidense Barack Obama y el primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan, para tratar sobre la situación en Siria.
Turquía, el único país musulmán miembro de la OTAN, ha sido uno de los críticos más duros del gobierno de Al Asad, y ha dado cobijo tanto a refugiados civiles sirios como a militares que desertaron de su ejército.
Al respecto, el secretario de Estado de EU, John Kerry, aseguró ayer que Washington condena la “terrible noticia” de los atentados. “Estamos con nuestro aliado, Turquía”.
“Espero que la justicia llegue rápido a quienes perpetraron el ataque”, dijo por su parte Ban Ki-moon, secretario general de la ONU.
Desde París, el presidente francés, François Hollande, expresó en un comunicado “su solidaridad con el pueblo y las autoridades turcas”.
“Estamos junto al pueblo turco”, comentó de su lado el jefe de la diplomacia británica, William Hague, en un mensaje en Twitter.
Agencias