Tres hombres muertos fue el saldo de un enfrentamiento entre elementos del Ejército Mexicano y un grupo de presuntos delincuentes en el municipio de Mina, Nuevo León.
Todo ocurrió alrededor de las 18:30, cuando el convoy del personal de la Sedena se desplazaba por la carretera a Monclova en dirección al municipio de Mina a realizar su recorrido de rutina.
Pero al llegar a la altura del acceso a la cabecera municipal de Hidalgo, se toparon con una camioneta pick up en color blanca, que iba en dirección a Monterrey. Fue entonces cuando los ocupantes de la misma dispararon sus arma de fuego en contra del personal castrense.
Los militares repelieron la agresión y se desató una persecución por dicha carretera, situación que provocó el pánico de los habitantes de este municipio, quienes se resguardaron en sus casas y negocios.
Fue en el kilómetro 27 donde los delincuentes abandonaron la carretera e ingresaron por una brecha que lleva hacia donde se encuentran localizada unas pedreras.
Avanzaron 4 kilómetros por un camino de terracería, pero las condiciones de la zona y la fuerte lluvia que se registraba en ese momento ocasionaron que la camioneta, con placas texanas, ya no pudiera continuar con su recorrido, por lo que los ocupantes bajaron de la unidad y volvieron a disparar sus armas contra los militares.
Corrieron por varios minutos y se internaron entre el monte, sin dejar de accionar sus armas de grueso calibre, pues querían evitar a toda costa ser detenidos por los militares.
El enfrentamiento finalizó con tres de los delincuentes abatidos, quienes terminaron aproximadamente a 500 metros del lugar donde quedó la camioneta.
En el lugar fueron aseguradas tres armas largas y dos granadas, mientras que las víctimas, todas del sexo masculino, son de entre 25 a 30 años de edad y no fueron identificadas.
En el interior de la camioneta había varias sábanas y almohadas, así como una gran cantidad de ropa, lo que hace pensar a las autoridades que los ahora occisos, utilizaban la unidad como vivienda.
Personal de la Agencia Estatal de Investigaciones acudió al lugar para levantar las evidencias del hecho, mientras que el personal militar, tuvo que trasladar los cuerpos que no fueron identificados, a bordo de una de sus camionetas, pues lo difícil del terreno evitó que la unidad forense pudiera llegar hasta el lugar donde fueron abatidos.
Milenio
