Observábamos la semana pasada que hay una enorme diferencia entre actuar por reacción o actuar por proacción, enorme diferencia entre solo esperar a que las cosas sucedan por si solas o trazar líneas estratégicas de acción con una visión de estadista y ocuparse de la operación política para materializarlas, ahora en Oaxaca pareciera que mucho de lo que sucederá en el ámbito legislativo y que ira cambiando el rostro político-electoral de nuestra entidad tiene que ver mas con lo que suceda en el contexto nacional.
Seguramente tendremos en el mediano plazo cambios a la legislación para incorporar candidaturas independientes, homologación de procesos electorales, reelección de legisladores y alcaldes, reglamentación de las figuras de democracia directa, aumento del umbral de votación para la permanencia de los partidos políticos, etc., evidentemente algunas de estas modificaciones estaban enganchadas a cambios en la Constitución General, sin embargo es cierto también, que otros se pudieron haber implementado desde hace un par de años en Oaxaca, con lo que hubiésemos contado con una legislación de avanzada, a esto me refiero cuando escribo la relevancia de tener una actitud y visión proactiva. Para ser un referente positivo para el país hay que querer serlo y tener la visión para ello. Para ser un referente negativo para la nación solo hay que dejar todo suelto a ver si se resuelve solo.
Para verdaderamente entrar en un proceso de transición democrática -ya lo habíamos mencionado en otro momento- es necesaria una visión casi fundacional, “big bang” de las instituciones que representan al Estado y acercan al ciudadano con sus representantes, condición sine qua non para dar el siguiente paso, subir al siguiente nivel: la consolidación de la democracia, posterior a un proceso transicional.
Me parece que una vez más, el contexto nacional abonará (como lo hizo para arribar a la alternancia en el gobierno) al proceso de consolidación democrática local, y aquí jugará un rol muy importante la regulación de las figuras de democracia directa, con ellas se abrirá una nueva época de participación ciudadana que hasta el día de hoy está limitada al depósito de la boleta electoral en la urna durante la jornada electoral. En Oaxaca se contaba con esas figuras desde hace tiempo, pero no hubo voluntad para ser ejemplo, ahora iremos al montón de los que cambiarán por que los demás cambian.
Veamos algunas anotaciones sobre las figuras de democracia directa (hay quienes las llaman de democracia semidirecta). En primer término recordemos que condiciones se requieren para saber que se está en un régimen democrático, Luis Antonio Corona Nakamura lo define en su ensayo “Democracia Semidirecta en México” como “…un modelo de organización en el que tienen plena vigencia y operación los siguientes principios: soberanía popular; régimen constitucional con gobierno limitado y control de la constitucionalidad; pluralismo y libertades públicas; sistema representativo, frecuentemente complementado con mecanismos de participación popular directa; principio de mayoría, que implica en derecho de ésta a gobernar, su obligación de respetar a la oposición y la posibilidad de alternancia de partidos en el poder, y la distribución de competencias mediante separación de poderes y, en ocasiones, a través del federalismo.”
¿Que son la figuras de democracia semidirecta? El mismo Corona Nakamura dice: “El principio de soberanía popular, que caracteriza a la democracia, implica que el ejercicio del poder público es, finalmente potestad del pueblo. No obstante, la forma como la ciudadanía ejerce esa atribución presenta variantes según la ciudadanía utilice su poder ya sea directamente, a través de intermediarios electos por ella misma, o mediante un esquema que combine ambos elementos. A dichas modalidades de democracia se les denomina, respectivamente, directa, indirecta y semidirecta.”
En la próxima entrega abundaremos en este tema.
*Presidente del Consejo Estatal de Movimiento Ciudadano
Twitter: @ricardosangines