Hemos comentado ya en este espacio algunas características de transiciones democráticas en Europa y América Latina, ahora aterricemos en el caso de México que tiene también su grado de complejidad toda vez que este proceso es una larga cadena de pequeños cambios que, en la sumatoria, han confeccionado una democracia más o menos aceptable desde algunos puntos de vista.
Podríamos considerar, si fuésemos rigoristas, que el proceso de transición hacia la democracia en nuestro país data por lo menos de hace 200 años, desde la guerra de independencia con la cual se inicia una serie de convulsiones sociales, económicas y por supuesto políticas que han venido moldeando el rostro de la nación. La promulgación de la independencia, las leyes de reforma, el desarrollo económico en el Porfiriato, las batallas de la revolución, el sufragio efectivo “no reelección”, cada uno de estos acontecimientos ha representado un peldaño en la escalera de la democracia.
Esencialmente cada episodio ha implicado en mayor o menor medida grandes transformaciones en la vida nacional, ello sin duda les da el calificativo de procesos transicionales que le dan fundamento a lo que hoy es México, por ello podemos decir que el proceso de transición a la democracia en nuestro país lleva por lo menos dos siglos, sin embargo también podríamos analizar, por las propias características del periodo, lo que ha sucedido en los últimos 40 años.
Este periodo sugerido de análisis de la transición hacia la democracia en México se diferencia en que los cambios se han dado de una manera pacífica, por la vía de la reformas y no de la fuerza, se ha ido encauzando desde entonces, a las fuerzas sociales por la ruta institucional permitiéndoles su incorporación al tablero de juego, ello ha permitido transitar con relativa tranquilidad y mas “naturalmente” hacia un escenario de pluralidad política que hoy vemos como la normalidad pero que hace 40 años parecía una quimera.
Veamos que dice José Woldengerg al respecto del avance en la participación de los partidos políticos, que es, a un tiempo, avance en la democracia: “La historia de la lucha política en México durante los últimos veinte años puede resumirse así: partidos políticos en plural, distintos y auténticos, acuden a las elecciones; en ciertos comicios ganan algunas posiciones legislativas y en otros conquistan posiciones de gobierno; desde ahí promueven reformas que les dan más derechos, seguridades y prerrogativas. Los partidos, así fortalecidos, vuelven a participar en nuevas elecciones, donde se hacen de más posiciones y lanzan un nuevo ciclo de exigencias y reformas electorales. A este proceso, cíclico y que se autorrefuerza, lo hemos llamado la “mecánica” del cambio político en México”.
También afirma Woldenberg: “la nuestra fue una transición que se desarrolló de la periferia al centro y de abajo hacia arriba. Fue una lenta pero sistemática “colonización del Estado nacional” por muchos partidos políticos, en plural. De manera que la transición no puede ser entendida desde el mirador de un solo cambio ó una sola elección: es la historia de cientos de procesos que acabaron “pluralizando” al Estado y en esa medida, fueron erosionando al autoritarismo y a las palancas, las prácticas y aún la cultura de la época del partido hegemónico.”.
Como se desprende de lo anterior podemos delinear un proceso transicional como una cadena de cambios paulatinos que en la visión macro constituyen grandes transformaciones institucionales pero también, sociales, políticas, económicas y culturales, mas bien asemejada a una bola de nieve que envuelve todo a su paso y que será difícil revertir. En los municipios y en los congresos locales como en el de la Unión, la normalidad democrática tiene una trayectoria mas amplia, y podemos identificar como el clímax de ello la alternancia en el poder ejecutivo a partir del año 2000 y con el arribo de elecciones competidas podríamos decir que el proceso de transición hacia la democracia esta terminando para iniciar un incipiente periodo de consolidación democrática.
Presidente del Consejo Estatal de Movimiento Ciudadano
Twitter: @ricardosangines