El paso de Preescolar a Primaria es un proceso en el que las niñas y niños requieren del apoyo de la familia y de los docentes, al ser un elemento clave para el adecuado desarrollo y aprendizaje, por lo que el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) aconseja fortalecer vínculos de confianza y las condiciones que lleven a los estudiantes a superar con éxito esta transición educativa.
Ante la proximidad del inicio del ciclo escolar 2019-2020, el director general del IEEPO, Francisco Ángel Villarreal destacó la corresponsabilidad de las autoridades federales y locales para establecer políticas que fomenten la inclusión, permanencia y continuidad de las y los alumnos, en el sistema educativo.
Sobre la transición de niños y niñas de Preescolar a Primaria, la encargada del Área Técnico-Pedagógica de la Unidad de Educación Inicial y Preescolar, de la Subdirección General de Servicios Educativos, Rebeca Arreola Castillejos explicó que para los menores de edad implica enfrentarse con distintas relaciones sociales, estilos de enseñanza, ambientes, espacios y tiempos.
Frente a tanto cambio, el niño o la niña necesita ajustarse a un entorno nuevo, a nuevos maestros y maestras y, muchas veces, a nuevos compañeros, por lo que desde casa y con el apoyo de las autoridades escolares, se pueden realizar diferentes actividades que facilitarán a la niña o el niño su adaptación, que va de la mano tanto de papás como de profesores. “Trabajar en equipo ayudará más”, enfatizó.
La especialista indicó que los padres de familia deben ser el puente con sus hijos, explicarles que van a cambiar algunas cosas a las que están acostumbrados como el horario, las actividades, los compañeros de clase, porque al venir de un lugar donde juegan y cantan; ahora en el primer grado deben acoplarse a diferentes reglas y horarios, llevar un orden y una rutina que les ayudará a estudiar bien, a responder por sus tareas y a ser responsables desde su edad.
La encargada del Área Técnico-Pedagógica de la Unidad de Educación Inicial y Preescolar recomendó mantener una comunicación sana, asertiva entre docentes y padres de familia para hacer de la escuela un espacio de unidad, solución ante las dificultades que se vayan presentando durante el ciclo escolar y el intercambio de estrategias que fortalezcan el proceso de enseñanza-aprendizaje.