El expresar “me gustaría morirme porque la vida no vale nada o me gustaría dormirme y no despertar”, son frases que los padres o familiares deben estar atentos, ya que es un hecho o intento pequeño e inofensivo de querer quitarse la vida.
Y es que el suicidio es la segunda causa de defunción entre las personas de 15 a 29 años, a nivel mundial más de 800 mil personas se suicidan cada año, es decir que cada 40 segundos se registra una muerte, revela la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Se estima que alrededor de un 20 por ciento de todos los suicidios se comete por autointoxicación con plaguicidas, la mayoría de ellos tiene lugar en zonas rurales agrícolas de países de ingresos bajos y medianos, seguido de el ahorcamiento y las armas de fuego.
Cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), señalan que en México durante el 2015 se registraron seis mil 285 suicidios, lo que significa una tasa de 5.2 por cada 100 mil habitantes.
Los grupos de edad que más se presentaron fueron mujeres de 15 a 19 años y hombres de 20 a 24 años, siendo el desempleo, las responsabilidades, las expectativas, problemas financieros y amorosos, los que jugaron un papel relevante en esta situación.
Este 10 de septiembre se estableció como el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, cuyo lema para este año es: “Trabajando juntos para la Prevención del Suicidio”, el cual busca la participación de la familia, amigos, compañeros de trabajo, miembros de la comunidad, educadores, líderes religiosos, medios de comunicación, funcionarios políticos y gobiernos para que se sumen a esta estrategia de prevención.
Ante este panorama, los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO), cuentan con unidades médicas de primer nivel con servicio de psicología, los cuales brindan consejería y atención especializada referida a los hospitales Doctor “Aurelio Valdivieso” y “Cruz del Sur”, además de los Grupos de Adolescentes Promotores de la Salud (GAPS), que se reúnen periódicamente para promover estilos de vida activa y saludable.
La institución detalla que es importante hablar del tema, por lo que se debe, ante un intento, tomar en serio a la persona que manifiesta ese deseo, tratarla con respeto y “escuchar con interés”, sus motivos, sentimientos, sin juzgarla, “buscar soluciones”, y no menospreciar su conducta.
La comunicación entre los miembros de la familia y amistades es importante, la armonía y la unión familiar son claves para afrontar los problemas, además de que es prioritario restringir el acceso a métodos comunes de suicidio como sustancias tóxicas, armas de fuego, y ciertos medicamentos, ya que han demostrado ser eficaces para reducir esta problemática.
Un punto importante es identificar las señales, como declaración o amenaza de suicidio, preocupación, tristeza, llanto, uso de drogas o alcohol, deshaciéndose de posesiones muy queridas, despidiéndose, aislamiento, cambios de conducta, haciéndose daño a si mismas (cortadas inexplicables, quemaduras, accidentes frecuentes), por lo que se debe acudir con el personal especializado a la unidad de salud para su tratamiento.
Finalmente la institución destaca que es importante sumar esfuerzos del sector salud, educativo, justicia, religión, política y medios de comunicación con un enfoque innovador, integral y multisectorial para emprender acciones de prevención que incluye la coordinación y colaboración de toda la sociedad, ya que no se ha abordado debido a la falta de sensibilización respecto a este tema.