Tiempos del sortilegio: Luis Octavio Murat

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Los llamados tiempos políticos que vivimos en México, aún dandole vueltas a la glorieta, las vías conducen al sortilegio para tratar de adivinar quienes serán  candidatos por el Frente Ciudadano, por el PRI, por los independientes, y bueno, por Morena ya sabemos.

La próxima sucesión presidencial ha reactivado la etapa del interés, de curiosidad, de especulación, de predicciones y de acertijos de los que apuestan todo a la fortuna, la cual –veleidosa como es – escapa al control de los mortales y  del análisis científico.

Ella, la fortuna, juega su papel y se divierte con las especulaciones de los comensales en los restaurantes, oficinas y reuniones  sobre los nombres de los aspirantes a ganar la elección más importante de los últimos tiempos al haber mucho en juego, incluyendo la libertad de ex funcionarios que son todo un escándalo.

Asi, el juego del sortilegio continúa, se trata de adivinar, de estar lo más cerca del que más posibilidades tiene de llegar a ser presidente de México.

En el caso del PRI el nombre solo lo sabe uno, Enrique Peña Nieto, quien juega sus fichas para conservar el poder que le resta, pero que gota a gota se diluye y que cuando llegue a su fin señalará el momento para comunicar a su partido el nombre del elegido.

Esa es la incómoda realidad para las bases de su partido  que no cuadra con la democracia, real politik que lastima por ser el presidente el único que decide quien deberá ser el candidato que podría ganar la elección presidencial y gobernar a 119 millones 530 mil 753 personas.

En tanto, para entretenernos y no dar importancia al fondo de la verdad absurda, el entretenimiento continúa, las opiniones en torno de los nombres de los aspirantes presidenciales se escuchan en todos lados, se multiplican con sorprendente velocidad, se pronuncian con familiaridad, Meade, Osorio, Nuño, Narro y De la Madrid ; especulaciones; más café; especulaciones; más café y más basura, sortilegio al fin.

Lo anterior tiene varias explicaciones, una de ellas es que 3,326 cargos de elección popular estarán en juego y lo increíble es que para competir dependerá de quien será el próximo candidato.

A cruzar los dedos; hacer promesas y juramentos religiosos; porque acertado el sortilegio, convertido en anhelo suplicante en las noches de insomnio, o en largas especulaciones, o entrevistas con las brujas para que les prevengan de los árboles del bosque, y de lograrlo, habrán saltado el principal obstáculo para poder competir por el cargo de elección popular anhelado.

Pero, en esta etapa de estrés para los que podrían competir por los 3,326 cargos públicos, hace olvidar  a los que no competirán, es decir, al resto de la nación, a  los que les interesa y conviene lo que va a realizar el que resulte triunfador en la elección presidencial; ¿Como va a actuar frente a un gobierno hostil como el de Trump? ¿Como enfrentará los retos crecientes de la violencia en el país?, ¿Como dará la batalla contra el narcotráfico; ¿Como traerá inversiones directas al país cuando la violencia, la deshonestidad y la corrupción de los funcionarios de gobierno es creciente y cínica? ¿Como eliminará la impunidad de los que pisotean  la ley?  ¿Cual será su posición frente a los ex funcionarios que abusaron del poder y se enriquecieron con el erario público? ¿Cual el curso que le dará a las investigaciones de Odebrecht y a los ex funcionarios implicados? ¿Lo que hará ante el fracaso del modelo educativo?

Lo anterior es una parte de lo que importa a la nación que ha rebasado el tiempo de espera, paciencia y prudencia para poder disfrutar de una vida digna a la que tiene derecho; una vida en la que el individuo se realice y ame su trabajo; que no lo maldiga por ser injusto y miserable.

Por eso, las plataformas y programas de gobierno de los aspirantes las   debemos conocer a tiempo, eso es lo que importa, el resto es más café y más café; especulación y sortilegio.

Mientras tanto, continuemos capoteando los últimos días del actual gobierno confiando en que México no se devastará, como afirmó Wilbur Ross, Secretario de Economía de Estados Unidos tratando de asustarnos.

Cierto, la situación económica no es excelente, pero si manejable, sobre todo, cuando se prevé que la inflación tiende a la baja y que los cálculos de la SHCP para el 2018 son satisfactorios.

Por ello es importante ir conociendo los planes y programas de los aspirantes a la presidencia de la república del PRI, de Morena (no solo de la supuesta e improbable venta del avión), del PAN y del Frente por México.

Es el turno de todos los partidos y organizaciones políticas para rescatar la credibilidad de la ciudadania cumpliendo las obligaciones y derechos que las leyes electorales ordenan, a fin de que los próximos comicios electorales sean un avance más de nuestra joven. democracia.

De no suceder así, México habrá de detenerse en el tiempo y en su desarrollo integral nuevamente al no atreverse a dar el paso hacia la modernización política.

@luis_murat