Amparado en la sobreprotección política del precandidato a senador por el PRD, el michoacano Benjamín Robles Montoya, el presidente municipal de la Villa de Mitla Alejandro Galo Bautista Martínez atentó este domingo contra la libertad de expresión de sus conciudadanos, acallando y reprimiendo la inconformidad contra su administración, por lo que su informe terminó en escándalo.
Este domingo uno de enero el presidente municipal rindió su primer informe en la explanada del palacio municipal de Mitla, el cual transcurrió con normalidad, pues los ciudadanos congregados se mantuvieron respetuosos y en civilidad, a pesar de que consideran a Benjamín Robles visitante “no grato”.
Siendo la una y media de la tarde inició el primer informe del edil Alejandro Galo Bautista, y entre los invitados se encontraba el precandidato a senador Benjamín Robles Montoya, así como el subsecretario del Fortalecimiento Municipal del gobierno estatal, Fausto Díaz Montes y el Director del Patrimonio Cultural de Oaxaca, Jorge Alberto Valencia Arroyo.
El presidente municipal fue avisado que las autoridades de bienes comunales pondrían un sonido alterno, para que al término de su exposición cualquier persona hiciera uso de la palabra, pero por órdenes de Robles Montoya el edil mandó quitarles la energía eléctrica, por lo que recurrieron a una planta de luz.
Alejandro Galo no fue interrumpido, y también dio un mensaje de parte del Gobernador el Director de Patrimonio Jorge Alberto Valencia, y cuando éste funcionario habría terminado, los del comisariado pidieron la palabra, topándose con la cerrazón de parte del presidente municipal al dar por concluida la sesión y huir del lugar junto con Benjamín Robles y sus invitados, no sin antes dar la orden para que la banda de música opacara la manifestación.
Todo habría quedado así, si no fuera porque el suplente del síndico Rodolfo Olivera Bautista y sus hermanos Roberto y Alberto que venían en estado de ebriedad, empezaron a hacerse de palabras con las autoridades de bienes comunales, e incluso comenzaron a golpearlos, por lo que intervino la policía, cuyos elementos solo protegieron a los alcoholizados hermanos del síndico suplente, en vez de detenerlos.
Así también, Rodolfo Olivera y sus hermanos arremetieron en contra del reportero de JM, Nahúm Martínez Santiago, intimidándolo para no difundir lo ocurrido, a pesar de que al momento cumplía con su deber de informar a la opinión pública, y en consecuencia denunciará legalmente estas agresiones. De esta agresión tiene conocimiento el director de la Policía Municipal.
Después del escándalo, ningún ciudadano de Mitla quedó contento con el informe del presidente municipal, y exigen que Alejandro Galo aclare en qué gastó los 30 millones de pesos del año 2011, porque con este informe no quedó claro, y mucho menos en la forma en que no permitió que se escuchara la voz de la ciudadanía.
En tanto que a Benjamín Robles se le olvidó que como diputado de oposición siempre interpeló al gobernador.
Agencia JM