Que tal estimados lectores, primero que todo quiero disculparme por la ausencia de mis letras en semanas pasadas, la cual tiene una explicación muy exacta que me gustaría comentarles. Pues resulta que hace dos semanas la página en Faceboock® de Juventud Nacionalista A.C. (a la cual pertenezco orgullosamente) fue “tumbada”, es decir eliminada por los administradores de la red social, diciéndonos que no cumplía con las normas especificadas de uso. Sin embargo puedo asegurar que en la página solo externábamos, al igual que en esta columna, nuestro punto de vista sobre temas de relevancia local, nacional y mundial. Así mismo la utilizábamos como para organizarnos con nuestros simpatizantes. Pero bueno lo hecho, hecho esta. Quiero decir: ¡NO A LA CENSURA! y menos en redes sociales que se supone, hasta el momento eran los medios alternos para dar voz a aquellos que no tenemos el poder adquisitivo para hacer uso de los llamados medios de comunicación masivos.
Dicho lo anterior, pasemos a otro tema.
Sabemos que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) es una de las organizaciones más poderosas en todo el país; en teoría, encargado de velar por los derechos y equidad para miles de maestros en toda la nación. En México la mayoría hemos sido testigos de la fuerza y determinación con la que defienden causas como: “El impulso y fortalecimiento de la educación pública, etc, etc.”
Pero esas hermosas palabras hace mucho que dejaron de tener valides para la sociedad en general, pues repetidamente somos víctimas de plantones, bloqueos y marchas con el pretexto de exigir justicia y apoyos de todo tipo para mejorar la “educación”, cosa que en casi 70 años de lucha magisterial aún no se ha logrado. Lo que nos lleva a plantearnos: ¿El SNTE en realidad trabaja por una mejor educación? o solo nos mantiene a la expectativa movilizando a toda su plantilla de profesores para obtener dinero, puestos públicos y, beneficios solo para sus dirigentes.
La respuesta a esta incógnita se develo en días pasados. La profesora Elba Esther Gordillo, dirigente del SENTE desde tiempos del ex presidente Carlos Salinas de Gortari, fue arrestada por fraude, enriquecimiento ilícito y tráfico de influencias, entre otros cargos. Desenmascarando la realidad del gremio de maestros, aunque son estos últimos quienes varias veces, menos culpa tienen ya que fue su dinero y el destinado a las mejoras de la educación, el que la “digna profesora” despilfarro hasta más no poder.
Resulta una rara coincidencia que esto ocurriera a unos días de anunciase las reformas a la Ley de Educación, las cuales dan poder a los padres de familia para exigir cuentas claras y mejores resultados en la formación de sus hijos; ya que, de no ser por esa casualidad, en este momento tendríamos las calles de gran parte las ciudades del país, desbordadas de maestros, clamando por los derechos de la los estudiantes, maestros y padres de familia.
¿Por qué la justicia mexicana no actuó antes? seguramente porque también tenía acuerdos (no educativos) con el sindicato, pero no lo sabemos a ciencia cierta, hay que esperar a ver a quienes embarra en sus declaraciones la maestra. De lo que podemos estar seguros es que el SNTE ha perdido toda su credibilidad, si es que aún le quedaba algo.
Quiero creer que algún día los verdaderos maestros a quienes en realidad les interesa mejorar la situación educativa de la niñez mexicana, porque los hay, tomen las riendas de su sindicato, además de exigir trasparencia en los procesos administrativos internos del mismo, para en realidad impulsar y fortalecer la educación pública mexicana.
Por ahora solo nos queda aguardar y observar cómo se resuelve este caso, que parece confeccionado al más puro estilo de las telenovelas mexicanas, esperando que al final la profesora no resulte ser ciudadana francesa y se le absuelva por todos los cargos.
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